Un activo artesano del cine
Muere a los 81 años el director, guionista y productor Pedro Masó, descubridor de Ornella Muti
Actualizado: GuardarA pesar de lo difícil que resulta mantener una mínima industria cinematográfica en España, el ahora desaparecido guionista, productor y director Pedro Masó demostró a lo largo de su periplo creativo un ingenio poco común a la hora de conectar con los gustos del gran público.
Ello le permitió llevar a cabo una abundante producción, con carácter comercial y popular, en la que junto a películas rabiosamente comerciales, conviven otras más ambiciosas, entre las que resulta obligado incluir -como productor- éxitos al estilo de La gran familia, Atraco a las tres, Historias de la televisión, Sor Citroën, Un millón en la basura y La ciudad no es para mí.
Comedias sociales no exentas de ribetes críticos, donde lo castizo y lo genuinamente pintoresco, se mezclan con una chispeante inventiva visual, realzada por actores y actrices de la categoría de Tony Leblanc, Concha Velasco, José Luis López Vázquez, Gracita Morales, Manuel Alexandre y Mabel Karr.
'Sex symbols'
Pero no es eso todo, puesto que el siempre inquieto Pedro Masó se las apañó, como sólo él podía y sabía, para integrar en su repartos a famosos comediantes extranjeros, entre los que resulta obligado citar a Ornella Muti y Jane Birkin, dos sex symbols europeos, a los que supo extraer todo su jugo, comercialmente hablando.
En su abundante producción hay un poco de todo, como en botica, aunque en ningún caso se puede hablar de películas rastreras o de títulos que no fueran bien acogidos en taquilla.
Asimismo, conviene recordar su implicación artística con guionistas de la categoría de Víctor Ruiz Iriarte, José Luis Martín Descalzo y Rafael Azcona. Con este último realizó La miel y El divorcio que viene, con lo cual se demuestra de una vez por todas que Masó tenía un público fiel. Éxitos continuados que se vieron frenados en los últimos años de su vida, cuando, tal vez desilusionado por el cariz que estaba tomando el cine en general, decidió hacer mutis por el foro. En ese sentido, productos tan dudosos como La Coquito le relegaron a un doloroso olvido, pese a haber firmado también series televisivas de gran éxito. Anillos de oro, Segunda enseñanza y Brigada Central.
Menos mal que, en el año 2005, la Academia del Cine español le galardonó con un Goya de Honor, como recompensa a una vida dedicada al mal llamado séptimo arte. Y no me digan que no se lo merecía. Sé también, aunque él jamás fue capaz de admitirlo, que al final estaba secretamente dolido con la cultura oficial, que había ignorado sus películas, a la hora de promocionar el cine español en semanas internacionales, festivales de cine o campañas similares. Puede que ese fuera el precio a pagar por querer ser amigo de todos y no sólo de unos pocos. Así pues, descanse en paz Pedro Masó, cuya filmografía figura ya por derecho propio en la historia del cine español.