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ARREGLOS. Los operarios colocan silicona en la cristalera de la terraza que da acceso al gimnasio para evitar filtraciones. / VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

Este pabellón es una ruina

La instalación del casco histórico, inaugurada en julio, reanuda su actividad tras sufrir un nuevo contratiempo, esta vez provocado por la lluvia

JESÚS M. VILLASANTE
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Como si de Tom Hanks y Shelley Long se tratara en aquella película de los años 80, los usuarios del pabellón del casco antiguo de Cádiz no ven la hora de que todo funcione con normalidad. Desde que se inauguró el pasado día 1 de julio, esta instalación no ha parado de ser noticia debido a sus desperfectos. En verano fueron las altas temperaturas las que levantaron las primeras críticas entre los usuarios y obligaron al Ayuntamiento ha instalar sistemas de ventilación. Luego, los elevados precios de las tasas en comparación con el Portillo lo volvieron a poner en la picota.

El diseño de esta nueva instalación también ha sido puesto en entredicho por la asociación de vecinos del Mentidero y el concejal de IU, Sebastián Terrada, por «condicionar la seguridad de los usuarios con rampas estrechas» que dan acceso a la zona superior.

Y la última llegó el pasado martes, con la parcial inundación que sufrió este equipamiento. Fue la gota que colmó el vaso, convirtiéndose ayer en el tema de conversación entre buena parte de la ciudadanía gaditana. El arquitecto Julio Malo de Molina considera que «una instalación tan sencilla como esa, que se enseña en tercero de facultad, no tiene porque dar ese tipo de problemas».

La presidenta de la asociación de vecinos del Mentidero, Blanca Marzán, denuncia que «un pabellón nuevo no debe dar todos estos problemas» y confía en que «los técnicos hayan dado con la causa de la inundación para que no vuelva a suceder con las próximas lluvias. Llevamos esperando tantos años esta instalación para esta faena», lamenta.

Ayer ya no quedaba ni rastro de agua en la pista deportiva, la sala de musculación y el almacén. Las labores de achique fueron realizadas por las limpiadoras y los empleados del pabellón durante toda la mañana -un tiempo en el que los usuarios no pudieron practicar deporte-, pero queda la incertidumbre de saber qué pasará en las venideras lluvias. Y es que los empleados de la instalación reconocen que nunca habían vivido algo similar en los demás pabellones de la ciudad donde han trabajado. «Llevo 20 años en esto y lo máximo que he visto han sido las goteras del Portillo, pero nunca una pista deportiva y una sala de musculación encharcadas», aclara una de las monitoras.

Desde el equipo de Gobierno del Consistorio, el concejal de Deportes, Vicente Sánchez, ha asegurado que «el problema se debió a la obstrucción de los cuatro sumideros que existen en la terraza que colinda con la sala de musculación. Un tema que ya está subsanado y que no volverá a ocurrir». dijo.

Asimismo, el edil de Urbanismo, Ignacio Romaní, reconoció que «con las primeras lluvias es algo normal que en las instalaciones nuevas suceda esto, puesto que en anteriores ocasiones ya ha pasado en otros equipamientos. Lo bueno es que suceda ahora que es cuando se puede subsanar. En todos los edificios nuevos se tiene una especie de atención durante los primeros meses», advirtió.

Un cortocircuito

Durante la jornada de ayer por las instalaciones pasaron varios operarios para subsanar algunos desperfectos provocados por el agua. Un electricista verificó los enchufes de las máquinas del gimnasio hasta donde el pasado martes ingresó el agua y arregló un cuadro de luces en donde se produjo «un cortocircuito». Asimismo, dos albañiles se afanaron por cerrar con silicona la parte acristalada de la terraza por donde el agua entró a la sala de musculación. Los monitores aseguraron a este medio que ninguna de las máquinas resultó malograda.

Por su parte, el concejal de Izquierda Unida, Sebastián Terrada, denuncia que «la instalación deportiva tiene bastantes deficiencias que tienen que ser subsanadas cuanto antes por el Ayuntamiento». Y agregó: «No nos parece lógico que suceda esto en un equipamiento moderno que fue inaugurado hace pocos meses y que ha costado cuatro millones de euros».

jmvillasante@lavozdigital.es