Chiclana
Escribir sobre la situación política y social de Chiclana, sin vivir allí, es harto difícil. Pero, en función del cargo político que ocupo y por lo que conozco, sobre todo de lo sucedido en la organización que milito, me atrevo modestamente a manifestar mi opinión.
Actualizado: GuardarLos resultados de las elecciones municipales fueron los que, sabiamente y democráticamente, los chiclaneros decidieron. El PSOE fue la fuerza política más votada, pero sin lograr la mayoría, sufriendo un desgaste y retroceso electoral importante. Los otros grupos políticos hartos de la hegemonía y prepotencia del PSOE durante muchos años, además de fuertes acusaciones sobre corrupción, se unen de manera antinatural formando un Gobierno heterogéneo con un alcalde del PP.
Izquierda Unida tuvo un aumento de votos importante, después de 4 años de trabajo importante en la oposición.
El Consejo Andaluz de IU aprueba dentro sus competencias, según los estatutos vigentes, un acuerdo global o pacto de progreso, donde entre otras cuestiones se manifiesta el compromiso de impedir el acceso a las Alcaldías al PP, ni por activa ni por pasiva. En ningún caso obligaba a gobernar con el PSOE, pero si a respetar la toma de posesión del candidato más votado de ambas fuerzas políticas. Este mismo esquema de acuerdo se viene repitiendo desde las primeras elecciones municipales democráticas en 1979, hasta ahora, exceptuando las elecciones municipales de 1995.
Una fuerza política que quiere alcanzar la hegemonía política para transformar la sociedad debe ser sobre todo coherente, y si el órgano competente decide democráticamente una política de alianzas sea por mera táctica o por estrategia política debe cumplirse por todas las organizaciones locales. Si no se esta de acuerdo con las decisiones de un órgano político, o se cambian las personas o los estatutos o las políticas a seguir, pero cuando llega el momento oportuno fijado por las normas aprobadas democráticamente en la asamblea andaluza.
IU de Chicana incumplió los acuerdos y votó a un alcalde del PP.
Desde la dirección andaluza y provincial en repetidas ocasiones le manifestamos a los compañeros que en la investidura se votara a nuestro candidato, pues los ciudadanos solo nos habían dado tres concejales y trabajáramos desde la oposición. El pueblo es sabio, aunque algunos dirigentes políticos le enmienden la plana cada vez que puedan. Considero que de las mayores virtudes de la política es la paciencia, mejor dicho la «ardiente paciencia» como diría Pablo Neruda. Desgraciadamente no esta de moda en estos tiempos de acceso rápido al poder.
El Consejo Provincial de IU ante el incumplimiento de los acuerdos decidió por casi el 90% de los presentes abrir expediente a los concejales que votaron al alcalde del PP, suspendiéndolos de militancia. Ellos han recurrido a la Comisión de Garantías Democráticas, órgano interno, desgraciadamente inoperante y hasta la fecha no se ha pronunciado. Pero si existe el pronunciamiento político del máximo órgano entre asambleas que es el Consejo Provincial.
Por otra vía, el Consejo Andaluz disolvió la asamblea local de Chiclana y creó una gestora. Enviándoles una carta a cada militante poniéndole en conocimiento la nueva situación y si querían seguir siendo afiliados a IU debían firmar un documento aceptando los Estatutos y las políticas, incluida la de alianzas. Esto supone de facto romper el cuatripartito. Se les daba un plazo prudencial para que respondieran. Hoy en día no son militantes de IU todos aquellos que no han firmado el documento, incluidos dos de los concejales. ¿Por qué algunos se empeñan en seguir siendo militantes aún a pesar de las decisiones de los órganos democráticos de IU? ¿Es que quieren la cobertura o paraguas de nuestras siglas para mantener su status quo, chiringuito o reino de Taifa?
En Chiclana nuestra representante política en el Ayuntamiento es Nadim Fernández, que con un grupo de militantes conforman IU de Chiclana.
IU no es muleta del PSOE ni del PP, es un movimiento político y social autónomo e independiente, que tiene sus propios criterios. Los trabajadores y trabajadoras de Chiclana necesitan una Izquierda fuerte y transformadora que de ilusión y plantee con entusiasmo los retos que tienen estos.
Desde mi humilde opinión es posible un cambio en Chiclana, pero tiene que haber una fuerte regeneración democrática y un cambio de actores que no simbolicen un pasado oscuro y de continuos enfrentamientos estériles.