AVISO. Matti Juhani Saari, en el vídeo que colgó en Internet amenazando con una masacre. / AFP
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«Seréis los próximos en morir»

Un estudiante de formación profesional finlandés de 22 años mata a diez compañeros antes de suicidarse

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Las matanzas en centros docentes causadas por desequilibrados empiezan a dejar de ser un fenómeno exclusivamente norteamericano. La nórdica Finlandia, país con niveles altos de calidad de vida y con reputación de apacible, vuelve a ser escenario de una nueva masacre en las aulas, la segunda en menos de un año. El ataque, perpetrado por un joven de 22 años, se produjo ayer a las 11.00 -una hora menos en España- en una escuela de formación profesional de la localidad de Kauhajoki, situada al oeste del país escandinavo. El asesinó mató a diez compañeros y se suicidó después.

Su nombre, según la Policía, es Matti Juhani Saari, y utilizó una pistola Walther de 22 milímetros de calibre. Según uno de los bedeles del centro, que salvó la vida por los pelos, Saari llegó provisto de una bolsa de deportes e irrumpió en una de las clases. En ese momento, 20 alumnos estaban siendo sometidos a un examen. El pistolero, que estudiaba también en la escuela y vivía en Kauhajoki, extrajo el arma de la maleta y empezó a disparar de forma indiscriminada. Nueve personas murieron prácticamente en el acto y otra poco después en el hospital. Hubo además tres heridos.

'Cócteles Molotov'

Antes de colocar un nuevo cargador, de acuerdo con el testimonio de Tapio Varmola, el director de la escuela, sacó de la mochila varios cócteles molotov y los arrojó en distintas direcciones, causando así un importante incendio que los bomberos sofocarían con dificultad un poco más tarde. En ese momento había en el inmueble cerca de 200 personas. Todas empezaron a huir despavoridas. El conserje contó que el homicida le vio desde el otro lado del pasillo y abrió fuego contra él. «Escapé de las balas corriendo en zig-zag. Es un milagro haber conseguido salvar la vida», aseguró en unas declaraciones a la agencia finlandesa STT.

Cuando llegó la Policía, el forajido se atrincheró en una de las aulas. Estuvo mucho rato intercambiando disparos con los agentes antes de caer herido de un tiro en la cabeza. Fuentes del Ministerio del Interior finés sostienen que fue él mismo el que se dio el balazo. La muerte le sobrevino ya ingresado en el Hospital Universitario de Tampere.

Al igual que su predecesor, el joven de 18 años que el 7 de noviembre de 2007 asesinó de la misma manera a ocho personas en un instituto de enseñanza media de Tuusula, Saari había colgado antes varios vídeos en YouTube. En uno de ellos, grabado horas antes de la escabechina, se le ve haciendo prácticas de tiro en pleno bosque. Al terminar la secuencia de disparos, se acerca a la cámara y pregunta: «¿Serás tú el siguiente en morir?».

Difundió también por Internet una serie de ficheros con fotos y otros materiales bajo el nombre Masacre en Kauhajoki, Matti Saari. Se definía a sí mismo como un amante de los ordenadores, las armas, el sexo, la cerveza y las películas de terror. Su grupo musical favorito era el alemán Wumpscut y su canción preferida War (guerra). La lucha, el combate y la conflagración permanente eran cosas que le obsesionaban.

Se da la circunstancia de que el lunes, menos de 24 horas antes de consumar la carnicería, la Policía le interrogó después de haber visto sus vídeos en YouTube, pero se le dejó marchar al considerar que no era un sujeto peligroso. Ni siquiera fue privado de la licencia de armas, adquirida hacía tan sólo un mes. Así lo reconocía ayer la ministra del Interior, Anne Holmund. Las grabaciones han sido ya retiradas de Internet.

Es un suceso es casi simétrico al de Tuusula, enclavada a pocos kilómetros de Helsinki, la capital. Pekka-Eric Auvinen, de 18 años, la emprendió a tiros con sus compañeros y profesores del instituto Jokela. Asesinó a ocho personas, entre ellas el director, con una pistola y se suicidó. Puso también sus vídeos con imágenes de tiro al blanco en YouTube. Kauhajoki es un pueblo de menos de 15.000 habitantes, situado a 360 kilómetros al oeste de la capital finlandesa. Tuusula es el doble de grande, tiene unos 30.000, y está a 40 kilómetros al norte de Helsinki.

La presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, hizo llegar sus condolencias a los familiares de las víctimas. Dijo desconocer «los motivos que han provocado este incidente, pero no hay duda de que todos estamos preocupados por esta dinámica que nos ha hecho sufrir otro trágico tiroteo por segunda vez en un año».