La crisis salva el liderazgo de Brown
El 'premier' británico asocia a los conservadores con los excesos que definen al mundo financiero
Actualizado: Guardar«En estos tiempos inciertos, debemos ser y seremos una roca de estabilidad y justicia sobre la que el pueblo pueda apoyarse», dijo ayer Gordon Brown, en la conferencia anual del Partido Laborista, que marcó la dirección de su Gobierno en los próximos meses y la línea divisoria con las ideologías conservadoras. El líder británico viajará hoy a Nueva York para presentar propuestas que reformen el sistema financiero internacional. Brown enunció solamente los principios en los que debe basarse la reforma: transparencia, prudencia, responsabilidad, integridad, supervisión global equiparable.
Lo ocurrido en las últimas semanas, según el primer ministro, ha deparado un momento decisivo para la política internacional y la respuesta que se requiere es un nuevo consenso. Brown quiso fijar en el contexto de lo ocurrido en los últimos días una barrera que separe al laborismo de los conservadores, porque la percepción común es que los partidos son crecientemente indistinguibles. Y entonces, ¿por qué no cambiar de Gobierno? El líder laborista quiso subrayar las diferencias.
Recordó que, en un probable desliz retórico, el segundo del Partido Conservador, George Osborne, dijo hace unos días que «la función de los mercados financieros es que alguna gente haga muchísimo dinero sobre la miseria de otros». En el salón de conferencia se oyeron algunos suspiros de horror de militantes que no habían oído la cita.
Brown recreó la asociación de las ideologías conservadoras con los excesos del mundo financiero que han provocado esta crisis y e intentó mostrar que lo ocurrido es un cambio profundo en el mapa de las ideas políticas en la sociedad: «Del mismo modo que se demostró que estaban equivocados los partidarios del dogma de los grandes gobiernos, se ha demostrado ahora que estaba equivocado el dogma de la no contención de las fuerzas del libre mercado». Para Brown, «lo ocurrido en las últimas semanas será estudiado por nuestros hijos», porque «el colapso de bancos y del crédito, la multiplicación por tres de los precios del petróleo,...no dejan lugar a dudas de que estamos viviendo en un mundo diferente. Ciertamente, no hemos visto nada tan grande desde la revolución industrial». «Estas son las graves noticias del mundo y yo estoy al mando de la nave británica», dijo Brown a unos laboristas que miran los sondeos y temen la mayor derrota electoral en su recuerdo.