Confianza en Ferri
No es justo el que a estas alturas de la temporada y ante el segundo clasificado, cuando sólo se llevan cuatro jornadas, a Alberto Ferri, se le empiece a cuestionar, es de insensato. Habrá podido estar más o menos acertado pero el trabajo que el técnico, no ya sólo deportivo si no psicológico, viene desarrollando a nadie se le debe escapar. Hay que tener memoria histórica y mirar hacia detrás para darse cuenta de lo que Ferri ha hecho por el club con el simple motivo de ser su entrenador, incluso más que alguno que dice llevar al Portuense en el corazón. Las gotas de lágrimas que han resbalado por sus mejillas no han sido fruto de falsario, si no de todo lo contrario, de querer a un equipo, en este caso el Portuense, como hay que estar convencido también que ha podido hacerlo por otro club.
Actualizado:A Alberto Ferri se le puede considerar autoritario, meticuloso o quisquilloso, pero ha cogido el toro por los cuernos en los momentos difíciles, y no sólo en lo deportivo sino también en una parcela que no le corresponde como es la económica. El primer paso siempre lo ha dado el entrenador y en todo momento mirando por la continuidad de la entidad.
Alberto Ferri todavía no tiene cursada su ficha y dirige desde fuera del banquillo. Hoy ya es la quinta jornada. ¿Qué entrenador es capaz de aguantar así, sin decir aún esta boca es mía?. Su equipo sólo lleva un punto de momento pero su trabajo y sensatez es de matrícula de honor. La pasada temporada también en el Portuense, - que curiosidad - todavía no había cogido sus bártulos uno, cuando el otro entraba por las puertas. Ahora, ya habrá quien haya llamado con los nudillos a las puertas del Portuense para ocupar el banquillo, porque sino, no se entiende como se empieza a mover el sillón del entrenador a la cuarta jornada, cuando ni siquiera se ha liquidado a los anteriores. ¿Qué pena! Salgan como salgan las cosas hoy, Alberto Ferri debe seguir manteniendo la confianza del club. Si a Burgueña con el doble de presupuesto se le dejó hasta la sexta jornada, a Ferri, con algo menos de la mitad, lo justo sería darle un margen hasta la duodécima, por simple regla de tres, y porque el objetivo de esa campaña estaba marcado en ascender y en ésta, que nadie se llame a engaño, para mantenerse.