Florence Griffith. / LA VOZ
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Florence Griffith, la reina de Seúl

El atletismo en Seúl tuvo dos grandes nombres, Ben Johnson y Florence Griffith. La velocidad acaparó el protagonismo, primero con el escándalo del canadiense y después con las asombrosas plusmarcas mundiales de la estadounidense en los 200 metros.

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Nacida en Los Angeles en 1959, Florence Griffith logró su primer éxito en casa, en los Juegos de 1984, cuando fue segunda en 200. Tras casarse con Al Joyner, vivió una retirada momentánea del atletismo, para volver con más fuerza que nunca. Segunda en el Mundial del 87 en la misma distancia, la atleta recordada por sus largas uñas y sus bodies galácticos asombró al mundo en 1988. En julio, barrió la plusmarca de los 100 metros al hacer 10.49, mientras que en Seúl se llevó tres oros (100, 200 y 4x100) y una plata (4x400) y batió por dos veces la marca mundial de 200 (21.34).

Tras saborear el éxito, se retiró poco después, a los 29 años, en mitad de unos rumores de dopaje por sus marcas y su aspecto hipermusculado que nunca se confirmaron, pero que crecieron cuando falleció a los 38 años. Para el recuerdo quedan sus victorias y sus marcas, que ahí siguen 20 años después, sin que nadie las haya amenazado. Ni siquiera la hoy caída en desgracia Marion Jones.