'Gran Hermano' arranca su nueva edición con 4,5 millones de espectadores
Cada año una vuelta de tuerca más y cada año un nuevo éxito de audiencia. Gran hermano parece haber dado con la fórmula del éxito y nuevamente arrasó el domingo con el estreno de su décima de edición. Más de 4,5 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 29,2% dan fe de este fenómeno sociológico.
Actualizado:Lo más sorprendente de esta nueva entrega viene de sus participantes, que conforman un paisaje humano de lo más variopinto. Una jubilada, un modelo que se tiene por guapo e inteligente, un joven matrimonio que ocultará al resto que se conocen, una china que lleva seis años en España, una chica pequeña, una andaluza dicharachera, un concursante de pelo rizado que cuida en extremo y con voz femenina, aunque dejó claro que tiene novia y se va a casar. El juego de los contrastes funcionó y la audiencia superó el registro de la anterior edición, que arrancó con 3,4 millones (28,7%).
Las reglas están cambiando y ya no son sólo jóvenes los que entran en la casa predilecta de los mirones televisivos. El ejemplo más elocuente de ello lo ofrece Mirentxu Álvarez, una animosa donostiarra de 69 años que ya tiene dos nietos y que no dejó de repetir lo guapos que eran los hermanos de la nueva hornada.
Para animar el espectáculo, este año se han fabricado dos casas: una limpia y ultramoderna; la otra, destartalada y sucia, es en la que entraron todos los inquilinos invitados a concursar menos dos, una joven pareja formada por Gema y Carlos que estarán solos en la primera vivienda hasta que lleguen los definitivos concursantes. Para alimentar el juego, esta pareja no podrán desvelar su estado civil, ni siquiera que se conocen frente al resto de los concursantes. Así aviva el fuego.