Cartas

Andalucismo, antes y ahora

Los andalucistas somos ya un grupo extra parlamentario. Fracaso, consecuencia de un modelo de partido y estrategia agotada, siempre basados en las líneas marcadas a finales de los años setenta. Los personalismos, aún vivos y existentes, también pusieron su granito de arena. Luchas internas, muchas fomentadas desde el PSOE, existen en todos los partidos y en todas las familias cuecen habas.

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Pero esto no significa que no exista un espacio político andalucista. Como bien dice el catedrático don Isidoro Moreno, es una necesidad. Por varias razones. Sin los andalucistas, Andalucía, por deseo de PSOE y PP, será una región de un peso político parecido a Murcia, Extremadura o Castilla-La Mancha. Con todos mis respetos, históricamente nos merecemos más. Si es comprobado lo que votamos los andaluces, desde luego nos merecemos lo que tenemos.

Torpeza, oportunismos, personalismos y enfrentamientos internos nos han llevado desde lo más alto al fracaso. En nuestras manos hemos tenido la oportunidad de extender la conciencia andaluza. Actualmente lo que poseemos es falta de credibilidad y de proyecto político. Hace falta proyecto político, hace falta pronunciarse con claridad sobre los mayores problemas andaluces y con ello se conseguirá respeto y credibilidad. Existe un 28% de andaluces que se declaran sólo andaluces o más andaluces que españoles. Sólo hay que convencerlos para que vean nuestro nuevo proyecto esperanzador, ilusionante y sobre todo creíble. Para ello, debemos impregnarnos de identidad y cultura andaluzas, y promover nuestra nacionalidad como tal, sin tapujos, sin piruetas electoralistas, sin complejos. Nuestro penoso y actual Estatuto así lo proclama. Somos una realidad nacional.

Ahora debe comenzar una nueva etapa, que recoja las ideas más positivas desde Blas Infante hasta la actualidad. Debemos centrarnos en poseer una estrategia clara, sin prisas, porque somos necesarios, porque Andalucía nos necesita. Sólo los andalucistas podremos ofrecer a nuestra tierra un futuro como pueblo, con su propia identidad. Ni PP ni PSOE, basándose en su política capitalista neoloberal, darán a los andaluces el sitio que nos corresponde. Nos darán lo de siempre, la sumisión al resto del Estado. Nos darán el último puesto. Nuestro sitio es otro y el sitio de los andalucistas es volver a dar esperanza a este pueblo. Para ello son imprescindibles tres cosas: una estrategia clara, sin complejos, un proyecto político centrado en los mayores problemas andaluces de hoy con soluciones de futuro y, sobre todo, nuevos líderes.

Ángel C. Gómez de la Torre. Puerto Real