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Miliband desalienta a los laboristas
El partido británico ve con decepción que el titular de Exteriores no es el líder carismático que precisa para sustituir a Brown
Actualizado: GuardarLo mejor de la conferencia laborista, que espera hoy el discurso del decaído primer ministro, Gordon Brown, y oyó ayer el de su posible sustituto, David Miliband, es la lectura matinal, en 'The Guardian', de la serie de episodios extraídos del libro del veterano periodista político de la televisión Sky, Adam Boulton, sobre la era de Tony Blair.
No se trata de un libro cualquiera, porque Boulton contrajo matrimonio, hace dos años, con Anji Hunter, que fue amiga juvenil de Blair y luego la coordinadora de su oficina como líder de la oposición y como jefe de Gobierno. Nadie sabe mejor que Hunter los entresijos de la época dorada de la tercera vía, que ahora parece llegar a su fin.
Boulton describe a Cherie Blair como una persona con capacidad de ser antipática y la propia página web del Partido Laborista explicaba ayer la diferencia entre las tensas visitas de la esposa del anterior primer ministro a los puestos -desde la empresa de armamento British Aerospeace al Gobierno de Gibraltar pasando por asociaciones benéficas- que hay en el pabellón en el que se celebra la conferencia y las de Sarah Brown, que se dio una vuelta por el recinto y fue todo simpatía.
Boulton contaba ayer el papel en la corte de Blair de Alastair Campbell, el periodista que adquirió un poder insólito en el Gobierno como coordinador de la política informativa y manipulador de noticias. Recuerda sus bromas patosas, como la que hizo sobre el atentado del 11-S: «Lo habéis hecho -dijo a los reporteros políticos de Westminster- para fastidiar la cobertura del discurso que va a pronunciar hoy Tony a la asamblea de los sindicatos». Y también sus mentiras.
Generó una atmósfera de adulación o desprecio entre los miembros del 'lobby' -el grupo de corresponsales acreditados para seguir diariamente al primer ministro- y acuñó algunas frases ingeniosas en los discursos de su amo. Podía ser gracioso. Y a David Miliband lo bautizó como 'Brains' -cerebro-, uno de los personajes de la vieja serie de marionetas para televisión 'Thunderbirds'.
Los asistentes al congreso laborista escucharon ayer a Miliband en un momento decisivo para el partido, con los 'blairistas' despechados promoviendo en el Parlamento pequeñas conspiraciones para empujar la ola de escaños que, ante la seguridad de la derrota, se rebelan y piden que el líder sea depuesto. Y esos 'blairistas' quieren que el sustituto sea Miliband.
Gestos de marioneta
Ayer pronunció un discurso digno de 'Brains', el personaje televisivo. Incluso había en sus movimientos -el cuello ligeramente desplazado de la vertical, los dos dedos índices apuntando a menudo hacia el cielo- una posible asociación a los hilos de marioneta que eran visibles en aquellos protagonistas tan familiarizados con lo extraterrestre.
Los laboristas no tienen a un nuevo líder carismático a lo Tony Blair y ayer, aunque se pusieron en pie al fin del discurso de Miliband, lo entendieron bien. Le escucharon al comienzo con expectación, después con leve desilusión y finalmente con realismo. El actual ministro de Exteriores incluso se trastabilló, como suelen hacer personas inteligentes que tienen varias ideas en la cabeza al mismo tiempo, cuando pronunciaba el eslogan central: «Estos 'tories' son batibles». Lo repitió cuatro veces, intentando encontrar la siguiente frase, haciendo de la batibilidad de los conservadores un mantra ya sospechoso, inmediatamente gastado.
Nietos de una familia judía que tuvo que huir del gueto de Varsovia e hijos del intelectual marxista Ralph, David Miliband y su hermano Ed, que es ministro de Gabinete, han dedicado su vida a la elaboración política. No son carismáticos. Su cualidad primordial es que están intelectualmente muy bien preparados para elaborar y debatir sobre políticas.
Es improbable que Miliband sea líder de un laborismo que conecta de nuevo con los electores para hacer frente a los conservadores de David Cameron, pero el actual, Gordon Brown, que está guiando al partido hacia su peor derrota en la memoria reciente, saldrá hoy al estrado y explicará, según ha adelantado ya en comentarios y entrevistas, que puede hacerlo mejor.