REPARTO. Belén Macías (cuarta por la izq.) junto a las actrices Ana Wagener, Verónica Echegui, Violeta Pérez, Leticia Sola y el resto de integrantes del elenco. / EFE
Cultura

Belén Macías rinde homenaje al teatro en 'El patio de mi cárcel'

La película que produce Pedro Almodóvar es la primera española en competición en el Festival de San Sebastián

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El patio de mi cárcel, la opera prima de Belén Macías producida por los hermanos Agustín y Pedro Almodóvar, ha abierto la presencia española en la competición del Festival de San Sebastián. La película, que supera con mucho el nivel en el cine español que tiene habitualmente una primera película, conjuga con mucha habilidad el cine social, el drama carcelario y el homenaje al teatro. La película se inspira en un caso real, el de las Yeses un grupo teatral formado por reclusas de la desaparecida prisión de mujeres de Yeserías, que incluso llegaron a efectuar giras por diferentes lugares de España gracias a un permiso especial de los jueces penitenciarios. Aquí son un grupo de presas quienes forman un grupo de teatro denominado Módulo 4 gracias a la tenacidad de una funcionaria que ve en la iniciativa un modo de encauzar las energías de las presas.

Aunque el desarrollo es más o menos previsible, es una película muy bien narrada y que posee unas interpretaciones extraordinarias. Merece la pena citar el elenco completo de actrices que aparecen en el filme: Verónica Echegui, Ana Wagener, Candela Peña, Blanca Portillo, Violeta Pérez, Natalia Mateo, Maria Pau Pigem, Tatiana Astengo, Ledicia Sola, Blanca Apilánez, Susi Sánchez y Patricia Reyes Spíndola. Si un premio tendría sentido sería el interpretación al trabajo colectivo de todas las actrices de esta película, lleno de matices, que hacen muy creíbles situaciones complicadas.

Mujeres excluidas

Esta historia mujeres excluidas, que encuentran en el teatro una tabla de salvación se inicia cuando una de ellas (interpretada por Verónica Echegui) es detenida tras un atraco e ingresa en prisión.

Allí pronto surgirá la amistad con otras reclusas, desde la típica traficante de drogas hasta la gitana que ha matado a su marido. La llegada de una nueva funcionaria, que ha trabajado en un grupo de teatro amateur, será la catarsis para que en la prisión, bajo la supervisión de ella, se organice un taller de teatro. La habilidad de la directora está, además de haber logrado unas extraordinarias interpretaciones de sus actrices, el haber tocado muchos palos con un difícil equilibrio. Por supuesto es una película carcelaria, aunque esto es solo el marco para desarrollar una visión social sobre capas marginales de la sociedad y también para hacer un gran homenaje al teatro. La película llega a las pantallas de toda España el próximo viernes día 26.

Belleza plástica

La segunda película en competición del lunes es una producción turca titulada La caja de Pandora. Acogida con fuertes aplausos, es sobre todo una película que combina la belleza plástica con el retrato de unos personajes muy perdidos. Una noche, tres hermanos de unos 40 años que viven en Estambul, reciben una llamada informándoles de que su anciana madre ha desaparecido de su casa de la costa Oeste del Mar Negro. Dejando a un lado sus diferencias, los tres, dos mujeres y un hombre, se unen para buscarla, pero los conflictos no tardarán en resurgir.

Como los secretos de la caja de Pandora, los tres hermanos se dan cuenta de lo poco que se conocen realmente y aprovechan para meditar sobre sus propios defectos. La película desarrolla las historias de los tres hijos entre sí como en la de estos con su madre, extraordinaria interpretación de Tsilla Chelton. También la de esta mujer con su nieto, interrelacionándose todas ellas en un entorno tan dramático como poético. La película es la historia de tres generaciones buscando, cada una desde un lado diferente, el sentido de la vida: los jóvenes lo buscan y la mujer anciana, que ha perdido la memoria, trata de recuperarlo.

La película es el cuarto largometraje de la directora turca Günese Yolculuk, que pone sensibilidad, e incluso, algunas gotas de humor en una historia de por sí trágica, logrando un bello cuento poético sobre la relación del hombre con la naturaleza.

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