Economía con el control adecuado
Todavía recuerdo las palabras valientes y premonitorias de Manuel Marín, entonces vicepresidente de la Comisión Europea, reclamando algún tipo de control ante el crecimiento desaforado de las diferencias entre ricos y pobres provocadas por una globalización al vaivén de una absoluta liberalización. Su reivindicación sonaba como una llamada de atención, una alerta temprana basada en el conocimiento profundo de las verdaderas claves que manejan los destinos del mundo en manos de gentes poderosas y con escasos escrúpulos. Nadie hizo caso. Los sistemas financieros continuaron rompiendo corsés, ataduras, controles y lograron una desregulación total, hasta el punto de que cualquiera podía hacer una hipoteca y después colocarla en un paquete y venderlo. No hacían falta garantías, el libre mercado se haría cargo de todo. Se puede leer en las hemerotecas o, más fácil, en Internet, la reclamación implacable del entonces presidente de una de las principales sociedades de inversión, Goldman Sachs, de libre mercado y del éxito del liberalismo. Ese hombre totalmente contrario a la regulación del mercado es Henry Poulsen, actual secretario del Tesoro de los Estados Unidos, encargado ahora de las intervenciones en empresas como la aseguradora AIG, las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac y del plan de salvamento del sistema capitalista. El mundo al revés o la realidad se impone cuando se trata de sobrevivir. Lo que queda claro es que, como dice el periodista del Washington Post, Michael Kinsley, en su análisis de la actuación de los presidentes demócratas y republicanos desde 1959, «los políticos mienten, los números no». La crisis demuestra la necesidad de una regulación adecuada que evite los abusos, la pésima gestión de quien se hace impunemente multimillonario y el riesgo de quiebra donde, al final, el ciudadano es el mayor perjudicado; sin que eso suponga que el Estado imponga un yugo ineficaz y poco productivo. La influencia de la crisis en la campaña electoral es una incógnita. De momento, la reacción de Barack Obama de guardar sus propuestas económicas y apoyar el plan de rescate de la Administración Bush contrasta con el distanciamiento de John McCain. Las encuestas favorecen al candidato demócrata y su elección patriótica.
Actualizado: GuardarPor cierto, ahora Manuel Marín advierte de la seriedad del cambio climático y de la necesidad de definir el modelo energético español e incluirlo como un elemento de seguridad nacional. Tomen nota, por favor.