Ben Stiller se burla en San Sebastián de Hollywood con su nueva cinta 'Tropic Thunder'

Divertidos y con un ritmo delirante, el mismo que tiene la comedia con la que vinieron al Festival de San Sebastián, Tropic Thunder, una guerra muy perra. Ben Stiller, uno de los cómicos más cotizados del cine moderno, y Robert Downey jr., posiblemente uno de los mejores intérpretes de su generación, arrancaron ayer numerosas risas en el certamen vasco. Primero fue con esta comedia de acción que ha reventado las taquillas estadounidenses y que el próximo viernes se estrena en España y después con el encuentro que estos dos intérpretes neoyorkinos tuvieron con la prensa, donde se quitaban la palabra el uno al otro y, donde no pararon de hacer bromas.

San Sebastián fue una de las paradas de esta pareja de estrellas, que todavía no han acusado los muchos kilómetros que llevan a las espaldas promocionando la última gamberrada de Stiller. El cómico más cotizado de Hollywood ha dirigido y protagonizado esta historia llena de homenajes cinéfilos y puyas que sigue a un grupo de actores egocéntricos que se ven obligados a convertirse en los mejores mercenarios que interpretan en su último filme.

«No es una película en contra de nada ni de nadie. Los actores tienen mucho sentido del humor, se ríen de ellos mismos, y esto es lo que muestra el filme. El reto era no ser indulgente con nosotros mismos y lograr que, al final de la historia, el público sintiera cierta empatía por estos tipos. No oculto que hay elementos de realidad, pero es que en el cine hay muchas cosas rídiculas, y más cuando se trata de grandes producciones», declaró Stiller, cuyo rostro se hizo familiar en todo el mundo con la taquillera Algo pasa con Mary.

Rey de la taquilla

El rey de la comedia, «género que aún estoy aprendiendo a hacer» estuvo muy motivado en el rodaje por sus compañeros Jack Black y Robert Downey jr., el famoso Charlot que aquí se tiñe de negro para dar vida a un soldado afroamericano. Tom Cruise, Nick Nolte y Matthew McConaughey completan el reparto. «Son todos tan buenos, que fueron mi inspiración. No buscaban ser graciosos, sino que en todo lo que hacían había mucha verdad. Robert, con el que no había trabajado nunca, es maravilloso, tiene mucha credibilidad», apuntó Stiller. Sin intención de hacer humor sobre la situación política de Estados Unidos «porque eso siempre es complicado. Mi objetivo es hacer reír, no ser realista ni lanzar mensajes, pero si hay alguien que pilla más lecturas, pues me parece muy bien», Stiller ha conseguido que su buen amigo Tom Cruise haga uno de los papeles más hilarantes de su carrera, el de un productor sin escrúpulos calvo y feo. «Cruise es un icono, una estrella que lleva 25 años formando parte de nuestra cultura. Tiene mucho ritmo», resumió Stiller. El actor de Zoolander piensa seguir ganándose la vida, muy bien por cierto, con el humor, y su próximo proyecto es una comedia romántica aún sin título. Muy distinto es el próximo trabajo del que ha sido el héroe de este año, Iron Man, Downey jr. se pondrá dentro de dos semanas el traje de Sherlock Holmes que le ha diseñado el marido de Madonna.