Dos históricos presos de ETA abogan por retomar el proceso de paz
Los etarras critican el discurso vacío de Batasuna a la hora de plantear sus condiciones para lograr un acuerdo
MADRID Actualizado: GuardarLos presos de ETA Joseba Urrusolo Sistiaga y Carmen Gisasola apuestan por retomar el llamado proceso de paz para "materializar" una solución negociada al denominado conflicto vasco y critican el "supuesto papel de garante" de los intereses de Euskal Herria que tiene la organización armada. Sin embargo, Alfredo Pérez Rubalcaba ha pedido prudencia ya que a la banda terrorista "en cuando alguien le lleva la contraria, corta de raíz, en ocasiones dramáticamente, estas disensiones".
En una carta enviada al diario Gara que el periódico publica en su edición de hoy, los presos apuestan decididamente por la continuación de los 'acuerdos de Loiola' para que una vez que se logre un acuerdo de paz, argumentan, "ya no sea ni el mito de la organización armada ni el mundo de los presos" los que cohesionen a la izquierda abertzale sino "las ideas y la forma de funcionar".
"A estas alturas -enfatizan-, no se puede pensar que la estrategia adecuada sea un viraje hacia discursos y prácticas de cerrazón grupal, una vuelta a una política que dinamita puentes y que busca al enemigo más odioso entre los aliados posibles".
La continuación de los acuerdos de Loiola, señalan, habría supuesto "ir dando pasos y avanzar en un proceso de paz, en las dinámicas e ilusión que se creen en la sociedad" para acabar con el conflicto vasco, en detrimento del "supuesto papel de garante que la organización armada pueda aportar en este sentido".
Criticas a Batasuna
En este sentido, también critican el discurso vacío de Batasuna a la hora de plantear sus condiciones para lograr este acuerdo. Llevamos mucho tiempo, denuncian, "en el que lo políticamente correcto dentro de la izquierda abertzale ha sido hablar de procesos constituyentes para todo Euskal Herria y otros planteamientos de ese tipo que nos han llevado cantidad de horas de discusiones absurdas".
Advierten, no obstante, que si la izquierda abertzale no consigue "funcionar de una manera abierta, participativa, aglutinando a la amplia y plural base social" que puede representarla en otro contexto político, "entonces sí que se perderá el potencial que tiene como motor para el futuro" de Euskal Herria.
A este respecto, Rubalcaba ha asegurado que la carta evidencia que existen "dimisiones en el mundo de ETA" y que desde la banda y el mundo de Batasuna "se critica la eficacia de la lucha armada". Además, ha destacado que después del fin de la última tregua ha desembocado en la existencia de una ETA "más fragmentada", aunque no hay que "bajar la guardia" ya que "cuando más débil" esté la banda terrorista "más miedo hay que tener". "No estamos ante el final pero estamos mejor que antes", ha apuntado.
Comparaciones con el Sinn Fein
Urrusolo y Gisasola abogan por un proceso similar al llevado a cabo por el Sinn Fein en Irlanda y que acabó con el abandono de las armas por parte del IRA e, incluso, recuerdan unas delaciones del destacado dirigente Martin McGuinness en las que éste admitía que no se podía "seguir con la lucha armada estancada otros 20 años".
"En Irlanda, el Sinn Fein ha salido fortalecido de la decisión que tomaron y los 'IRA Verity y Continuity' son los que han quedado al margen", advierten a Batasuna trazando un paralelismo entre ambos conflictos. Tras recordar que su compromiso con Euskal Herria está por encima de la pertenencia a cualquier forma organizativa, recalcan que el acuerdo político en el llamado conflicto vasco se tenía que haber producido "hace ya años".
Asimismo, aseguran estar "convencidos" de que si los presos de ETA hubieran estado agrupados en las cárceles de Euskal Herria, como ocurrió en Irlanda, "también aquí -en Euskadi- se habría producido y materializado esa reflexión que allí les llevó a priorizar el camino de la negociación y el acuerdo".
En la carta enviada desde la prisión de Córdoba, donde ambos cumplen condena, los presos etarras explican que decidieron voluntariamente abandonar el Colectivo de Presos Políticos Vascos (CPPV) por el trato que esta organización dio a los miembros de ETA José Luis Álvarez Santacristina, 'Txelis', y 'Kepa' Pikabea Ugalde, y su expulsión de la misma.