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RESPALDO. Seguidores de Evo Morales muestran su respaldo a la política del Gobierno durante una manifestación, ayer, en las calles de La Paz. / AP
MUNDO

Bolivia otea el final del conflicto civil

Representantes del Gobierno y de las regiones rebeldes sientan las bases de un acuerdo que acabe con la crisis en una reunión maratoniana

MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO
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El fantasma de la guerra civil parece alejarse de Bolivia. Esa impresión se desprende del acuerdo que ya casi tocan con las manos el Gobierno de Evo Morales y la oposición formada por los prefectos de las autonomías rebeldes y los grupos 'cívicos' -organizaciones empresariales y civiles de derecha-.

Como gesto de buena voluntad para avanzar en el acercamiento, el Consejo Nacional Democrático (Conalde) -que engloba a los opositores- aceptó levantar la mayoría de los 36 puntos de bloqueo de carreteras, que abocaban al país andino al colapso total. Era sin duda un buen preámbulo para la cumbre de presidentes de Unasur, que desde ayer se reúnen en Santiago de Chile para arrimar el hombro en busca de una solución de la crisis de su vecino.

El encuentro entre la partes enfrentadas que abre una puerta al fin de la violenta crisis se llevó a cabo el domingo por la noche en La Paz. El vicepresidente, Álvaro García Linero, y el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, -que actuó de portavoz- representaron al Gobierno y el gobernador de Tarija, Mario Cossío, al Conalde. Se espera que el diálogo tome más impulso con el regreso de Morales, presente en la reunión de Unasur.

La cita duró cerca de ocho horas. Según Cossío, se dieron «grandes avances y esperamos que se suscriba un acuerdo de inmediato». El gobernador de Tarija explicó que la reunión se alargó tanto porque tuvo que consultar con sus homólogos de Santa Cruz, Beni, Pando y Chuquisaca. «Hemos tenido que volver a discutir los temas, pero diría que vamos por buen camino. Es mejor tomarse un poco de tiempo para terminar bien que acelerarse mucho y terminar mal o no acabar la tarea», aseguró.

Cossío reiteró que estaban «bastante cerca de cerrar las bases, aunque no puedo decir cuáles son. Serán conocidas cuando acabe el trabajo, pero son las que habíamos discutido con algunos ajustes e incorporaciones que hemos tenido que hacer para priorizar las cosas, ya que al final tiene que reflejar un consenso en que la mayoría estemos de acuerdo». Los regentes autonomistas exigen que Morales les devuelva los ingresos que recibían por el impuesto directo a los hidrocarburos y que detenga el proceso de reforma constitucional.

Los sicarios

La negativa gubernamental fue la que propició hace un mes los bloqueos que derivaron en los graves disturbios ocurridos el jueves pasado en Pando, que se saldaron con al menos 30 muertos en el municipio de Porvenir. Según el Ejecutivo, «sicarios brasileños y peruanos» contratados por el gobernador, Leopoldo Fernández, acribillaron a campesinos simpatizantes del mandatario indígena. Precisamente, otra de las exigencias de la oposición para llegar a un pacto con el Gobierno es que no haya más muertos.

Por su parte, el viceministro de Descentralización dijo que estaban «negociando algunos detalles que faltan, pero el Gobierno ve como un gran avance a lo que se ha llegado». Ni Cossio ni Yaksic dieron más detalles, pero según el diario 'La Razón', el documento «define quiénes participarán en el diálogo, qué temas se abordarán, quiénes serán los mediadores y cuál será la metodología empleada para alcanzar un acuerdo».

Mientras tanto, en Pando, la Policía informó de la detención de diez personas por tenencia ilegal de armas de fuego, al tiempo que el gobernador negó toda responsabilidad en los peores incidentes.