REIVINDICACIÓN. Estos afectados se reunieron ayer para pedir «un techo». / TAMARA SÁNCHEZ
Jerez

Los sin techo de Jerez piden más ayuda del Ayuntamiento para poder salir de la calle

Este colectivo denuncia que «existen viviendas y locales vacíos» que aliviarían «el drama de los que no tienen casa» Calculan que en la ciudad hay 80 personas en esta situación

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«Sólo pedimos un techo, un lugar en el que podamos pasar las noches y vivir con dignidad». Éste fue el mensaje que el colectivo de las personas sin techo de Jerez lanzó ayer a la sociedad para hacerles ver que «hay gente que lo pasa muy mal» y recalcar que «no somos delincuentes», pero sobre todo para denunciar el abandono de las administraciones, en particular del Ayuntamiento, que «tiene en sus manos la posibilidad de aliviar la situación pero no hace nada», como apuntó Juan Choquet, uno de los afectados y erigido en portavoz de los que duermen en la calle en la ciudad.

Según calcula Choquet, son alrededor de 80 las personas que no tienen una vivienda en Jerez y que cuando llega la noche -y los diferentes centros de días que les ofrecen sus servicios cierran sus puertas- no tienen más remedio que buscar cualquier esquina a la intemperie hasta que vuelve a amanecer. Sin embargo, como denunciaron, «el Ayuntamiento dice que sólo hay censados unos 34, y eso es porque desconocen nuestra realidad y porque entre tanto gasto municipal para lo único que no destinan recursos es para cuestiones sociales».

Para dar a conocer su dramática situación y para solicitar más implicación municipal, una decena de ciudadanos sin techo decidieron actuar de forma unida y se dieron cita ayer a las puertas del Centro de Día de Siloé -que les facilita los servicios básicos a muchos de ellos- para dejar claro que «aunque Jerez no se moje hay muchas personas sin dinero, sin trabajo, pidiendo en semáforos para poder comer». Al acto acudió también la Policía Nacional, ya que en un primer momento se había anunciado como una manifestación de las decenas de afectados por esta problemática.

Finalmente, fue Choquet el encargado de lanzar la protesta por el abandono que sufren y de advertir de que «no vamos a parar hasta que nos den una respuesta». Eso sí, en las dos semanas que han pasado desde que los sin techo iniciaron su «lucha» no han recibido ninguna respuesta oficial.

Pese a todo, y sustentados por la fuerza que les da ir todos de la mano en esta reivindicación, van a solicitar una reunión con la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, y también otra con el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. En concreto, a la regidora jerezana le pondrán sobre la mesa una posible solución a su marginalidad que pasa por «habilitar los muchos locales abandonados en la ciudad, así como las viviendas que están vacías, para los que dormimos en la calle».

Y es que, como denunciaron ayer estos sin techo -entre los que hay ciudadanos de diferentes edades, nacionalidades o circunstancias, como dos embarazadas y una persona en silla de ruedas- «muchos de estos lugares que conocemos bien, porque hemos dormido en ellos, son de propiedad municipal».

Estos afectados enumeraron varias decenas de inmuebles, sin ir más lejos algunos locales abandonados son los que se sitúan frente al Centro de Día de Siloé, a las espaldas de la antigua Comandancia de la Zona Norte. Pero tampoco olvidaron las antiguas viviendas de las azucareras de El Portal y de Guadalcacín, pisos en el MOPU, una nave en el Calvario, entre otros. Además, dejaron claro que «nosotros mismos, tutelados por instituciones como El Salvador o por la misma Administración, podríamos habilitar y adecentar estos locales, ya que entre nosotros hay albañiles y mucha gente preparada».

Sin duda, para este colectivo la cuestión fundamental es recibir el apoyo del Ayuntamiento para poder tener un techo y no tener que depender de dependencias como el Albergue Municipal en el que «sólo podemos permanecer tres noches seguidas cada tres meses», se lamentaba ayer otro afectado, Antonio Rodríguez-Guerra, abogado que vive en la calle. Él, que dice haber elegido esta forma de vida porque «ya no creo ni en la justicia ni en el sistema», critica que la burocracia y la falta de implicación e información de los asistentes sociales provoquen que «en ocasiones haya camas vacías en el Albergue mientras la gente duerme en cualquier sitio». Además, puso de relieve que este tipo de centros no tengan capacidad para más indigentes porque «atienden a enfermos mentales, ancianos o ex drogadictos que tienen sus propios lugares y recursos específicos».

ppacheco@lavozdigital.es