Los economistas consideran que la compra de un piso es una fórmula de ahorro
Pese a la 'mala prensa' cosechada en estos tiempos de crisis, la inversión de los hogares españoles en vivienda no es un pecado del que deban arrepentirse sino todo lo contrario. Es una fórmula de ahorro que algún día podrá sacarles de apuros, si no de forma inmediata -dado el colapso del mercado-, sí a medio o largo plazo.
Actualizado: Economistas convocados por el Colegio de Madrid para analizar la economía de las familias salen en defensa de una actuación que hunde sus raíces en la cultura del consumidor nacional, para quien la compra de un piso es la única fórmula de atesorar riqueza.
Sabiduría popular
Los principios de esta sabiduría popular tienen reflejo en las estadísticas. La Encuesta Financiera de las Familias que elabora el Banco de España pone de manifiesto que un 78% de los hogares españoles vio crecer el valor de su patrimonio neto entre los años 2000 a 2005 gracias a la adquisición de una vivienda. Y lo más notable de este esfuerzo es que, en ese periodo, apenas un 42% había experimentado un crecimiento de su renta real (ingresos percibidos, una vez descontado el impacto de la inflación).
Los españoles «no somos muy gastadores», afirmó Carmen Alcaide, ex presidenta del Instituto Nacional de Estadística. Encargada de coordinar los trabajos del número especial de la revista 'Economistas' dedicado al comportamiento de las familias, Alcaide desmontó otros tópicos. «No es cierto que la entrada de inmigrantes haya incidido en un aumento relativo de puestos de trabajo menos cualificados en el mercado laboral español», aseveró.
Luis Garrido, profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), defiende esa tesis. La presencia de mujeres inmigrantes ha posibilitado, sobre todo, la mejora laboral de todas las mujeres españolas, y en particular de las que se encuentran emparejadas.