El más rápido en desenfundar

Francisco Ramón Hevia Obras (34 años) no parece temblarle el pulso a la hora de imponer el orden en los terrenos de juego a base de tarjetas, sean del color que sean. Así lo indican 31 cartulinas amarillas, seis rojas (dos de ellas fueron directas) y las expulsiones de tres entrenadores y un ayudante. Ése es su balance en los tres partidos de Liga que ha pitado esta temporada en Segunda división, un encuentro por jornada, algo que no es habitual en el arbitraje español.

A más de 12 tarjetas por partido, esta temporada parece dejar pequeñas las estadísticas ya de por sí importantes que presentó en la pasada, en la que dirigió 20 encuentros, con una media de 6,6 tarjetas por cada uno de ellos. En total ha dirigido 64 partidos en Segunda división, con el balance de 37 victorias locales, 13 empates y 14 victorias visitantes.

Esta Liga todo comenzó en el Tenerife-Nástic (3-2) de la primera jornada. Seis tarjetas amarillas y la expulsión en el descanso del técnico del Gimnástico, César Ferrando, por decirle «vete a tomar por el culo», como reflejó en el acta, y a su segundo, Joaquín Miguel Latasa, quien al final del partido le acusó de perjudicarles de forma voluntaria. Un aperitivo para lo que vendría después. Volvió a pitar en la segunda jornada el Xerez-Albacete (2-1), que saldó con dos penaltis, 11 tarjetas amarillas, tres rojas (dos de ellas directas por una agresión mutua) y la expulsión del entrenador del Xerez, Boquerón Esteban. Según reflejó en el acta, le expulsó por «salirse del área técnica y entrar al terreno de juego con los brazos en alto protestando de forma ostensible una decisión mía, acompañados de reiterados gritos». Una vez expulsado, el técnico le dijo al colegiado que «eres un imbécil» y «sois unos putos cerdos», insultos que también reflejó en el acta del partido.

En la tercera jornada, la del pasado domingo, se superó a sí mismo en el encuentro Córdoba-Sevilla Atlético (1-1), al mostrar 14 cartulinas amarillas y dos rojas, además de expulsar también al entrenador local, Jose González. Fue al final del partido por recriminarle unas acciones, lo que le valió la segunda amonestación. También reflejó en el acta que aficionados del Córdoba «emitieron ruidos de corte racista que imitaban las onomatopeyas de los primates al objeto de humillar» a un jugador de color del Sevilla Atlético, decisión que puede provocar una sanción importante al club cordobés. La rigurosidad del colegiado Hevia Obras no es nada nuevo para quien hubiese seguido su trayectoria en sus últimas temporadas, en la que ha llegado a enfadar a técnicos de prestigio y experiencia como Unai Emery (Almería) y Manuel Preciado (Sporting).