EN LO MÁS ALTO. Vettel saluda desde el podio a sus compañeros de escudería. / EFE
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Vettel hace historia al ganar en Monza y Fernando Alonso vuelve a rozar el podio

El alemán de Toro Rosso también arrebató al español el récord de piloto más joven en ganar una prueba del Mundial El asturiano fue cuarto tras una gran estrategia de carrera

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El alemán Sebastian Vettel, discípulo de Michael Schumacher, logró ayer su primera victoria en Fórmula 1 al volante de Toro Rosso. Fue un fin de semana magistral para Vettel y los hombres de Toro Rosso, que han hecho historia en Monza, llevando al equipo más modesto de la parrilla (Minardi) hasta lo más alto, bien apoyados por el dinero de Red Bull, que ha demostrado que con una inversión acertada se puede progresar y llegar a la cima aunque sea con la colaboración de la lluvia. El Toro Rosso es el coche que mejor va en lluvia debido a su aerodinámica, a la que le favorece el flujo de aire que generan los neumáticos para agua.

Vettel arrebató el fin de semana tres récords de juventud a Fernando Alonso, a quien ya le queda solamente el de campeón más joven. El alemán de Toro Rosso tiene 21 años, 2 meses y 11 días. Alonso, cuando ganó el Gran Premio de Hungría de 2003, contaba con 22 años y 26 días. Además, con esta victoria, le quita otro récord al español, el del podio más joven, ya que el asturiano se subió al cajón por primera vez en el GP de Malasia de 2003 con 21 años, 7 meses y 22 días.

Al margen de los récords, que a Alonso no le quitan el sueño, lo importante es que el español pudo terminar cuarto, lo mismo que hace una semana en Bélgica, en un circuito que no era el más propicio, y además, por delante de los Toyota, que es con quien Renault está librando su batalla por el cuarto puesto en el Mundial de constructores.En el podio, junto al hombre más feliz del mundo, Sebastian Vettel, estaban Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes), que hizo una carrera discreta, después de ver el ritmo que llevaba Hamilton con el otro McLaren, y Robert Kubica (BMW Sauber). También en los puntos y por detrás de Alonso se situaron Nick Heidfeld (BMW Sauber), Felipe Massa (Ferrari), Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) y Mark Webber (Red Bull), mientras que Kimi Raikkonen (Ferrari), se quedó sin puntuar. El finlandés fue noveno, y se llevó el consuelo de tener la vuelta rápida, que le sirve de muy poco de cara al campeonato, después de una carrera en la que se vio ridiculizado por Hamilton, que salió detrás de él.

Adelantamientos

La lluvia trae el espectáculo a la F1, como se ha visto en las dos últimas carreras del Mundial. Los adelantamientos fueron numerosos en Monza y los hubo de todo tipo, limpios, y menos limpios, con empujón, con chicane saltadas de por medio, aunque en ese aspecto todos dejaron pasar al rival y no atacaron hasta pasadas dos curvas. Hacía tiempo que no había tantos adelantamientos en la F1. Las estrategias de las paradas en boxes y los tipos de neumáticos a poner también provocaron alguna sorpresa, especialmente desagradable para Hamilton, que puso en su primera parada de agua total, mientras que los que pararon una vuelta después calzaron intermedios. Ello les permitió llegar hasta el final sin volver a parar, lo contrario que Hamilton, que tuvo que volver a parar cuando no lo tenía previsto, para calzar las ruedas intermedias.

En la parrilla de salida no hubo elección. Se declaró wet race. La pista estaba completamente mojada, y los monoplazas debían montar obligatoriamente neumáticos extremos para lluvia. Además, los pilotos salieron detrás del coche de seguridad, para evitar sustos mayores. Bajo estas condiciones, los que mejor lo tenían eran los que salían por delante. La cortina de agua que dejaban los bólidos impedía ver la pista, y de esa forma Raikkonen y Hamilton, que tomaron la salida desde la 14ª y 15ª posición, respectivamente, lo tuvieron muy complicado.

Por delante, Vettel sabía que este podía ser su día y conseguir su primera victoria. El alemán fue muy cauteloso en sus trazadas, pero pisó a fondo el acelerador, sabiendo que no tenía nadie por delante. Fue así como abordó la carrera, con mucha inteligencia y administrando bien sus fuerzas. Realizó dos paradas en boxes, y en la segunda puso los neumáticos intermedios para poca lluvia, justo en el momento que más falta hacía. Copió la estrategia que poco antes había llevado a cabo Alonso, que a su vez se copió la de Heidfeld, que fue el primero en poner ruedas para poco agua.

Decisión acertada

Alonso tomaba la salida desde la octava posición. No se jugaba nada. El sábado, en la calificación, optó por llenar el depósito y así realizar una sola parada. Aun así, el español de Renault, que había sido superado por Timo Glock (Toyota), logró quitárselo del medio y adelantarle de nuevo para continuar en su posición inicial.

El asturiano luchó mucho, hasta que acercándose el momento en el que debía entrar en boxes, llamó por radio a su equipo. La pista se estaba secando por algunas zonas. Había dejado de llover, y quería saber si iba a volver a caer agua o no. Alonso deseaba poner los neumáticos intermedios de lluvia, y así fue hasta su box. De esta forma fue como Alonso abordó lo que restaba de carrera. El resto de equipos observó con detenimiento los tiempos por vuelta que estaba haciendo el bicampeón del mundo con ese compuesto. Desde luego que Alonso había acertado. El asturiano iba bajando los tiempos y superando a sus rivales. Inmediatamente entró Massa, que rodaba en quinta posición. Después Glock, Rosberg, Kovalainen, Kubica, Webber El líder, Sebastian Vettel, lo hizo también, sin perder la primera posición. Pero Alonso se tomó la revancha de lo que le había sucedido una semana antes en Bélgica, aunque Kubika, que había entrado en boxes una vuelta antes que él, le superó. En Monza, Alonso logró subir hasta el cuarto lugar, y así aguantó hasta el final de la carrera, por delante del alemán.