Sin queroseno
Actualizado:l anuncio de que la compañía Alitalia pueda suspender una parte e incluso todos sus vuelos por su incapacidad para hacer frente a los costes de combustible refleja la ineludible quiebra de una empresa que no encuentra comprador. Las declaraciones del comisario Fantozzi, nombrado por el gobierno italiano para tratar de salvar a la compañía, adquieren todo el patetismo de un problema irresoluble que podría desembocar en la desaparición de Alitalia. Ni siquiera la fluctuación a la baja del precio del petróleo parece poder aliviar el trance por el que atraviesan numerosas empresas de transporte aéreo en el mundo. Pero en el caso de la empresa italiana es evidente que los imponderables de la crisis desatada durante el último año han venido a sumarse a la existencia de una compañía cuyas estructuras, hipotecas sindicales y formas de gestión nada tenían que ver con las exigencias de una economía competitiva.