Solbes y Almunia no consideran que sean un problema las subidas salariales en España
«España no tiene un problema de aumento de salarios nominales por encima de la inflación; tiene un problema de baja productividad». Con estas palabras, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, quiso cerrar la controversia abierta sobre si los países con cláusulas de indexación automática en sus retribuciones deben suprimirlas para evitar una espiral inflacionista, como pidió el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet.
Actualizado: En línea con su ex compañero y viejo conocido, el vicepresidente y ministro de Economía español Pedro Solbes, el responsable comunitario argumentó que la estadística de los últimos años avala que los Estados miembros con ese tipo de disposiciones «no han evolucionado por encima del nivel medio de los precios en términos generales; más bien en algunos años lo han hecho por debajo», añadió.
Cumbre informal
Para Almunia, que encabezó la cumbre informal que los ministros de Finanzas de la UE mantuvieron el viernes y el sábado en la localidad francesa de Niza, el problema con mayúsculas es la productividad, que ha hecho que la economía española pierda competitividad de manera sensible respecto a otros países comunitarios, la balanza comercial quede «seriamente afectada» y se resten «posibilidades de encontrar palancas de crecimiento cuando la vivienda y otros sectores están acusando debilidad».
Solbes, en cualquier caso, dijo entender las «preocupaciones» del BCE y, en general, de la propia Comisión sobre los vínculos entre salarios e inflación, si bien precisó que aunque «en algunos casos pueden estar justificadas, de forma general no es así». En este sentido, abundó en la tesis de que España y otros países que también tienen cláusulas similares, como Bélgica (donde se aplican de forma automática, mientras que aquí parten del objetivo europeo de inflación -2%- para buscar después una compensación con la cifra real), «estamos exactamente en la media europea; sólo Alemania y Austria están mejor», apuntó.
De otro lado, y ya desde España, los sindicatos -que, según precisó Solbes , son los únicos a los que les correspondería cambiar esas cláusulas salariales, junto a los empresarios- respaldaron las medidas del Gobierno. Fidalgo, líder de CC. OO., las consideró «correctas» y su homólogo en UGT, Cándido Méndez, fue incluso más lejos al resaltar que «es la primera vez en la historia» que un Ejecutivo se compromete a no recortar el gasto social en una etapa de estancamiento económico.