![](/cadiz/prensa/noticias/200809/13/fotos/014D5CA-CAD-P1_1.jpg)
Ivarte no aguanta la crisis y cierra sus tres tiendas de Cádiz
Los siete empleados han sido enviados de «vacaciones»
Actualizado: GuardarIvarte ha formado parte de la historia gaditana durante 35 años y tiendas como las de la Avenida han servido incluso de referente geográfico para orientar a despistados. Desde ayer, Ivarte ha dejado de ser historia viva; desde ayer, Ivarte es sólo historia porque sus tres tiendas en la capital han echado el cierre y han entregado las llaves a la justicia. Los siete empleados que aún trabajaban en las tiendas y los repartos han sido enviados de vacaciones «hasta nueva orden».
Desde el lunes, los tres locales se han ido vaciando de productos que ya no se venderán a los gaditanos y se han cegado los escaparates para que no se vea el vacío. El martes bajó la persiana la sede de Ana de Viya; entre el miércoles y el jueves, la de Astilleros; y ayer, la de San Miguel, la misma que comenzó todo tres décadas y media atrás.
La cadena de electrodomésticos Ivarte (en manos valencianas desde hace años) solicitó el concurso de acreedores (nueva acepción de la suspensión de pagos) a finales de abril. Al ser una petición (es decir, voluntaria), las decisiones quedaron en manos de su dirección en un último intento de mantener la empresa a flote. La empresa había caído víctima de la segunda oleada de la crisis de la construcción (al no venderse casas, no se venden electrodomésticos para equiparlas) y recurrió al último recurso que le permitía la ley.
Entonces, hace unos meses, los empleados de las tiendas gaditanas aseguraron que la matriz había ordenado que continuasen con su rutina. La confianza era casi completa y las ventas no sumaban mucho más o menos que en cualquier otra zona de España.
Hoy, la confianza se ha desvanecido y el mazo de la suspensión de pagos ha obligado a la central a desprenderse de sus tres oficinas en la capital (las únicas de la provincia), una de ellas en propiedad y dos en alquiler.