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DUELO. Un joven llora durante el funeral por las víctimas del accidente de Spanair presidido por los Reyes. / AFP
ESPAÑA

Los Reyes honran en La Almudena a las víctimas del accidente de Spanair

Don Juan Carlos, doña Sofía y el presidente del Gobierno asisten a los funerales oficiados por el cardenal Rouco Varela

KAREN DE LA HOZ
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Conmovidos y de riguroso luto. Así llegaron don Juan Carlos y doña Sofía a la catedral de Santa María de La Almudena para honrar la memoria de los 154 viajeros que perdieron la vida el pasado 20 de agosto en el accidente del MD-82 de Spanair. En el interior del templo, las lágrimas cayeron en memoria de los que se fueron. Para darles consuelo, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, encargado de oficiar las honras fúnebres, pidió «fortaleza de ánimo por los ojos de los que lloran» y los invitó a no perder la fe.

Los Reyes fueron recibidos por el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su esposa, Sonsoles Espinosa, al pie de las escalinatas del templo. También acudieron la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega; la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y la titular de Igualdad, Bibiana Aido. El PP estuvo representado por Mariano Rajoy, mientras que Esperanza Aguirre acudió en nombre de la Comunidad de Madrid y Alberto Ruiz-Gallardón lo hizo por el Ayuntamiento. Gobierno y la oposición compartieron bancos en el ala izquierda de la catedral.

El Comisario Europeo de Transportes, Antonio Tajani; los presidentes de Spanair y Boeing, Lars Lindgren y Pedro Argüelles; representantes de once delegaciones diplomáticas acreditadas en España y delegados de las comunidades autónomas y trabajadores de AENA también se sumaron a la misa por los fallecidos en la mayor catástrofe aérea que ha sacudido a España en los últimos años.

La nave central de la iglesia estuvo reservada para los familiares de las 154 víctimas. Desde Las Palmas de Gran Canaria llegaron 46 personas en vuelos que Spanair puso a su disposición. En total, la compañía trasladó a unas 125 personas desde distintos puntos de España. El ambiente era sobrecogedor.

Miembros del Samur, de los equipos de emergencia, bomberos del Ayuntamiento y trabajadores del aeropuerto de Barajas que se implicaron a jornada completa en las labores de rescate acudieron a La Almudena con sus uniformes de trabajo. También se acercaron a acompañar a las familias de las víctimas los psicólogos y voluntarios que les acompañaron en la dolorosa espera de recoger los restos de los suyos. Para todos ellos, estaba reservada el ala derecha del templo.

«Tremendo golpe»

El funeral fue cocelebrado por los cardenales y arzobispos de Madrid y Toledo, el nuncio apostólico en España, un arzobispo y tres obispos, además del maestro de ceremonias de la catedral y el responsable del templo. Para garantizar la seguridad, el Ayuntamiento de Madrid desplegó un centenar de policías municipales y 50 efectivos del Samur. Un equipo de cuatro psicólogos estuvo atento a las incidencias que pudieran presentarse en el interior de La Almudena.

Rouco Varela oró en su homilía por las 154 almas que perecieron en una «cruenta y terrible pasión». Admitió que este «tremendo e impredecible golpe de la muerte» es una «pesada cruz» para las familias y resaltó que es «imperativo ineludible de los cristianos» acompañar a quienes están sufriendo.

También reconoció que «todas las respuestas humanas» ante la catástrofe de Barajas «resultan insuficientes» pues «la muerte se aparece con rostro indescifrable para los ojos del cuerpo y del alma».

Los niños que perecieron «a tan corta edad» y los equipos que participaron en las labores de reconocimiento y en el acompañamiento a las familias fueron recordados de manera especial durante la eucaristía. Rouco Varela también pidió por la «pronta y plena recuperación» de los heridos. De los 18 supervivientes, siete han recibido el alta, diez continúan ingresados y una se recupera en un centro asistencial de Las Palmas. Sólo una persona permanece en estado grave.