Sus satánicas imágenes
El documental de Scorsese sobre los Rolling Stones, protagonista de la primera jornada de Alcances
Actualizado: GuardarComprender y hacer comprensibles a los fósiles más vivos de la historia de la música, saber captar el sinuoso encanto de la tercera -o primera- edad de Mick Jagger, la serenidad canosa de Charlie Watts, el bendito crapulismo de Keith Richards o las raíces del arranque demoledor de guitarras de Brown sugar está al alcance del privilegiado tacto de muy pocos. Si acaso, de los divinos dedos de algún maestro de las sensaciones como Martin Scorsese, que firma el documental del año Shine a light: Stones Scorsese, un binomio encantador e histórico que llega a Cádiz esta noche. La Muestra Cinematográfica del Atlántico Alcances ha traído este regalo de fotogramas y sonido, Satisfaction más pura en los grandes festivales del año.
Según dice Scorsese, las melodías del grupo británico le han ayudado a plantear muchas escenas y ahora ha querido rendirles homenaje en Shine a light, el documental que abre esta noche en el Baluarte de la Candelaria la sección de documentales musicales del 40 cumpleaños de Alcances.
Más que esa dedicatoria a las canciones que tanto le han inspirado, Shine a light transmite la fascinación del director, de 65 años, por el vigor de la banda de Mick Jagger, de 64, que hace cuatro décadas ya fue objeto del documental Sympathy for the devil de Jean Luc Godard. La cinta se rodó durante dos conciertos celebrados en 2006 en el Bacon Theatre de Nueva York. Los cuatro músicos ingleses exhiben sus cuerpos flacos y nerviosos para fardar de juventud musical al lado de invitados como Christina Aguilera, White Stripes o Buddy Guy. Hay incluso hueco para Bill Clinton, que presenta el show en el marco de un acto contra el cambio climático, y para su suegra, a quien Keith Richards saluda con un inquietante beso en la mano.
El autor de Taxi Driver, rodeado de algunos de los mejores directores de fotografía del mundo, capta la complicidad con la que se mueven los viejos rockeros sobre el escenario. «Esa intimidad que les une en un concierto no se había visto nunca en un documental», ha declarado Scorsese, que logra un prodigio técnico a través de 16 cámaras capaces de seguir todos los movimientos impredecibles. «Es el mayor acercamiento posible a la experiencia de un concierto en vivo», afirma.
'Guerrilleros'
Obviamente, Scorsese está fuera del certamen que arranca en Cádiz hoy. En la categoría de largometrajes de la Sección Oficial plantea la primera pieza Álvaro Toepke, con 70 minutos de dramático análisis bajo el nombre de Guerrilleros. Se sabe que la realidad supera a veces la ficción, también en la crudeza y esperanza que promete la obra. En 2006 se cumplieron diez años de la firma de los Acuerdos de Paz Firme y Duradera entre la guerrilla de la URNG y el Gobierno de Guatemala. Terminaba una de las guerras más largas y cruentas de América que marcó la vida de varias generaciones de guatemaltecos y abrió una etapa de esperanza e ilusión en el país. En este documental se muestra qué ha sido de aquellos guerrilleros en este período de tiempo. Se sabrá dónde han ido las motivaciones y los ideales que les empujaron a alzarse en armas y en qué han quedado sus ilusiones y esperanzas de una vida mejor.
El lazo de la realidad es el único que une esta cinta con Oro negro, obra de Hugh Williams que saca a relucir los pozos más oscuros de la industria del café. El salto abismal entre lo que se paga por el café en la ciudad y lo que reciben los campesinos es el hilo argumental de una viaje de Etiopía a Seattle y Londres que destapa las vergüenzas del comercio mundial.