«La posguerra sigue interesando», asegura el intérprete. / TVE
MANUEL BANDERA ACTOR

«Me siento desaprovechado»

El que fuera protagonista de 'Las cosas del querer' vuelve a la posguerra con 'Amar en tiempos revueltos'

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Manuel Bandera (Málaga, 1960) encontró un papel redondo en Las cosas del querer (1989), la película de Jaime Chávarri ambientada en la posguerra que, ante el éxito, tuvo una segunda parte. En ambas pudo desarrollar sus cualidades como actor, bailarín y cantante dando vida a un artista homosexual que sufre la represión franquista. Después vinieron más títulos, pero ninguno con tanta fuerza. Ha intervenido en varios musicales como Cabaret y, en noviembre, se pondrá a las órdenes de José Luis Alonso de Santos para interpretar la obra teatral Trampa para pájaros, de nuevo con el franquismo como fondo. La misma época vertebra también la telenovela de TVE 1 Amar en tiempos revueltos, a la que se ha incorporado en el papel de un industrial.

-Después de la repercusión de Las cosas del querer se esperaba que su trayectoria profesional fuese más dilatada. Pero se le ha visto poco en cine.

-Después intervine en quince películas, con unos papeles más destacados que otros. Es lo que hay. Los actores dependemos de muchos factores. No me quejo.

-¿Se considera un actor desaprovechado?

-No me gusta hablar de mí. Qué voy a decir yo, pues sí, me siento un poco desaprovechado, pero en ningún momento me quejo, porque he hecho muchas cosas, y las que quedan.

-No parece que el cine español sea una industria estable como para aprovechar a un buen número de buenos actores. ¿Qué ocurre?

-No está mal. Se están haciendo cosas interesantes de todo género. Al cine español le pasa lo de siempre, que tiene que competir con la mastodóntica industria estadounidense y todo su aparato de publicidad, y contra las cuotas de pantalla, pero se están haciendo títulos tan importantes como El laberinto del fauno, aunque el director es mexicano, y El orfanato. Siempre se deriva hacia la comedia porque es la que más dinero da, pero espero que estos casos sirvan para que se abra el abanico de ofertas de otros géneros.

-¿Qué le parece la televisión de hoy?

-Está en un momento inmejorable para los actores. Se hacen muchas series, hay trabajo no sólo para los veteranos, sino para la gente que empieza. Otra cosa es la forma de trabajo, el ritmo, que es muy duro, especialmente en una serie diaria como Amar en tiempos revueltos.

-Quizá por eso en Amar en tiempos revueltos se cambia el reparto de protagonistas cada temporada, porque no hay que aguante ese ritmo.

-Sí. He estado haciendo en los últimos años teatro, donde todo es ensayar y ensayar hasta que redondeas el personaje. La diferencia de trabajo es abismal, pero también es lo bonito de esta profesión, que haces cosas diferentes. El año pasado estuve cinco meses en Buenos Aires haciendo un espectáculo con Nacha Guevara, No te prometo amor eterno, donde cantábamos diferentes estilos.

«No pasar página»

-En Amar en tiempos revueltos no se verá esa faceta suya, pero sí vuelve a la misma época que Las cosas del querer, a la posguerra ¿Cree que se tiene en el olvido lo que pasó en aquel tiempo?

-Yo creo que no, pero si así fuera no es lo acertado. No se debe olvidar lo que se sufrió por culpa de aquella maldita guerra. Se siguen haciendo muchos trabajos ambientados en ese momento, como Los girasoles ciegos, una buena película. Y lo cierto es que estos temas siguen interesando. Este año ha habido un poco más de revuelo con la Ley de la Memoria Histórica, en la que no me meto. Pero insisto en que no se debe pasar página en absoluto. Hay que recordar para que no vuelva a pasar.

-Una época que en televisión no se había tratado hasta que se estrenó Amar .

-Sí, y lo está haciendo de una manera espléndida. Este año se contará cómo la gente de campo llegaba a la gran ciudad, a Madrid, para buscarse la vida, creyendo que iban a ser todo facilidades, y se encontraban con una realidad muy dura. En el caso de la familia Rivas, a la que yo represento, son empresarios que han sobrevivido en la posguerra con el estraperlo. La documentación de todo ese tiempo es muy acertada.