Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Cartas

S. O. S. a Manuel Gómez Quirós

Cuantas lamentaciones oímos de marineros que toda su vida en la mar fueron dejando tiras de su piel, no sólo para ganar un trozo de pan, sino también para aportar a su cofradía beneficios económicos que se destinaban a hacer obras sociales y a tener un patrimonio salvador, pero que, con el paso del tiempo, se ha diluido y no queda abslutamente nada.

Actualizado:

Cuantas lamentaciones de esos pensionistas del mar, arrugados y curtidos por la sal y el sufrimiento, cuando al final de mes perciben 500 euros por haber estado cotizando a su cofradía.

Cuantas lamentaciones al recordar que teníamos casi 200 barcos de pesca en este puerto y que ya no están.

Cuantas lamentaciones al pasar junto a la plaza del Carmen y observar que del emblemático edificio queda un solar vendido sin contar con los pescadores, de igual manera que vendieron nuestra fábrica de hileo a una empresa privada, sin que aún se sepa cuál fue el destino de ese dinero.

Cuantas lamentaciones al oír de los medios de comunicación, o del boca a boca, noticias estremecedoras: elogios, homenajes, propuestas de hijo predilecto de nuestra ciudad... a quien fue vicepresidente y presidente de nuestra cofradía durante casi 30 años y cuyo bajo mandato como patrón y máximo responsable sucedieron estos hechos. Los promotores y políticos antes de tomar decisiones deberían tener en cuenta otras opiniones de personas que pueden sentirse indignadas.

La mayor de las lamentaciones la produjo el hundimiento del pesquero portuense Calpe Quintán, que conmocionó a toda España y en particular a los pescadores de El Puerto de Santa María, ciudad de tradición marinera. Más de 20 años después, los huerfanos y las viudas siguen sin percibir lo que por derecho les pertenece.

Y como lamentándonos no conseguimos nada, le pedimos a políticos y personas implicadas que en vez de homenajear a Manuel Gómez Quirós homenajeen a esos huerfanos que en la mar perdieron a sus padres y de los que nadie se acuerda.

José Manuel Botella López. El Puerto de Santa María