Los lunes, devoción

Al igual que comienza el curso escolar, el año laboral y la vuelta a la normalidad, también se inicia, tras las vacaciones, esas clásicas y particulares peregrinaciones de jerezanos a los templos históricos de la ciudad.

Los lunes son días de visita a Sagrarios y altares en el casco antiguo. San Juan de los Caballeros, la ermita del Cristo del Amor, el convento de Santa Rita y, particularmente, la iglesia de San Lucas, se convierte en un auténtico hervidero de ciudadanos que no olvidan a las imágenes de sus devociones.

Justo en el azulejo del Señor de las Tres Caídas se ha parado una señora. No quiere decir su nombre porque la penitencia no lleva firma alguna. Se descalza y se persigna, y comienza su entrada a la iglesia. «Vengo todos los lunes del año. Para mí no hay vacaciones que valgan. Yo no puedo dejar de venir a ver a mi Señor», comenta. Una joven la acompaña. No habla. Van del brazo, y con un suspiro entran en el templo.

Muchas personas entran y salen. Al fondo se ven una larga cola de devotos que se dirigen al nazareno que tallara Ramón Chaveli.

Santa Rita

En el convento de Santa Rita también entran y salen los devotos. A los santos de la iglesia de las monjas agustinas tampoco les falta el trabajo. «La cosa se está poniendo muy mal, hijo. Vengo fundamentalmente para que no nos falte el trabajo. De momento, los niños están bien, pero todos estamos muy preocupados porque dicen que la crisis económica viene con más fuerza el año que viene», comenta Amparo. Y sin más, entra en el patio del convento con cierta parsimonia.

Lunes de devoción. Comienza el año litúrgico también. Todo comienza de nuevo tras las fechas veraniegas. La visita a las viejas iglesias con una pequeña oración en los labios también ha comenzado.