El churro vespertino

o importa esperar unos minutos. Son las seis de la tarde y la calle Doña Blanca está con gran ambiente. No sólo hay jerezanos buscando los uniformes escolares en lo de Anguita, que es algo así como el distribuidor oficial de vestimenta escolar para cientos de alumnos de Jerez, sino que también hay quien busca un buen par de zapatos o una tuerca en La Tijera. Sin embargo, la calle es también lugar de recogida de calentitos que a esa hora no paran de salir de los grandes freidores de Alacant. El establecimiento está en la esquina entre Évora y Doña Blanca y no cabe más sabor a comercio antiguo que el enclave de la esquina. Café, chocolate, helados o una simple cerveza. Y los churros de Antonio Peña con su punto especial. Antonio lleva nada menos que veintiséis años entre los grandes freidores de Alacant.