TURISTAS. Los establecimientos de la Sierra temen no recuperar su inversión en invierno. / A. R,
Turismo

Los hoteleros de la Sierra esperan que el otoño compense el frenazo del verano

Las malas perspectivas no se disipan y temen que una bajada en lo que se considera la temporada alta de la zona pueda «causar la ruina de muchos establecimientos»

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La Federación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Cádiz, Horeca Cádiz, ha cifrado en algo más del 65% la ocupación hotelera de los establecimientos serranos durante el mes de agosto. Sin embargo, la situación real es incluso peor que esos dos tercios de ocupación. Los empresarios serranos, muchos de ellos fuera del control de Horeca, señalan que las cifras «están algo por encima de la realidad», lo que supone que la crisis está afectando mucho a un sector que ya «no goza de una gran salud y debería ser relanzado», apuntan los propios hosteleros de esta zona.

En líneas generales, los empresarios turísticos de la Sierra esperan que la llegada de la temporada alta para el lugar -las estaciones de otoño y primavera, sobre todo- sirvan para recuperar el terreno perdido en verano. No obstante, aseguran que, al contrario que en otros años, «no sabemos cómo podrá afectar la crisis a nuestra temporada alta».

Teresa de la Rosa, propietaria del Hotel Peñón Grande en Grazalema, destaca otras cuestiones que pueden estar afectando negativamente al turismo de la Sierra. En concreto, hace hincapié en la sostenibilidad, porque «es un punto que no estamos sabiendo conseguir y nos está perjudicando». Con respecto a la bajada sufrida en verano pone como ejemplos el Día del Toro de Grazalema, las fiestas patronales e incluso la Romería de ayer, de la Virgen de los Ángeles, que «han sido la muestra de este descenso». De hecho, da un dato muy significativo: «Ahora en Romería yo tengo tres habitaciones llenas, cuando otros años en fiestas estábamos prácticamente llenos».

Los hoteleros serranos, en su mayoría propietarios autónomos de pequeñas instalaciones, consideran que la crisis está llevando a las grandes instalaciones a bajar precios para ganar clientes y «contra eso no podemos hacer nada los pequeños, porque no tenemos margen para bajar tanto, ya que ellos venden por debajo de lo que podríamos considerar nuestro coste de producción», apunta Cristóbal Santana, propietario del Hotel Real de Veas en Arcos. El propio Santana reconoce que, como comparten sus compañeros hosteleros serranos, «los turistas vienen con menos dinero o, por lo menos, con intención de gastar mucho menos». Todo ello repercute en el número de pernoctaciones, mucho más bajas, e incluso en los hábitos de los clientes: «Antes veías cómo los clientes volvían al hotel a dormir a las 2 o 3 de la mañana y ahora vuelven a las 12 de la noche, como muy tarde, por lo que están menos en la calle gastando», asegura el propietario del Real de Veas. Por último, los empresarios reconocen que estas bajadas de ingresos se compensan contratando a menos trabajadores.

sierra@lavozdigital.es