Perdonémonos
En todas las religiones que existen, la máxima es el perdón. Todas coinciden en que es necesario perdonar a nuestros semejantes los pecados cometidos para que esto funcione. Y el cadismo, como religión que es, no debe ser menos que las otras. Después de tres años de disparate total y de que en el Carranza cada domingo se viviera una guerra de guerrillas que hacía salir a todos del campo con la cara como un cuadro y con un cabreo de órdago a la grande y después de tres años hablando de todo menos de fútbol. Todo ello es lo que nos ha llevado al purgatorio de la 2ª B. Creo que todos deberíamos reconocer nuestros pecados y pedirnos perdón mutuamente. Todos pues, fuímos culpables. Y el que piense lo contrario, que lance la primera piedra.
Actualizado: GuardarEl primero en pedir perdón ha sido el presidente, al que todos señalamos como principal culpable, pero al que es justo reconocer que es también el que más pierde. Yo, pecador empedernido, pido por todas las meteduras de pata cometidas, y os prometo que me importa mas vuestro perdón que el divino. Perdón para los futbolistas, los otros grandes culpables, pero sólo para los que se han quedado, pues así también están purgando sus penas. A los que se fueron, no tengo porque perdonarlos porque para mí no existen. De esta manera, os pido por favor a cada uno de los integrantes de esta familia cadista, que perdonen y pidan perdón, que es la única forma de partir de cero, de volver al Carranza a ver fútbol, sin mas historias ni tonterías para volver a ser esa piña que nos hizo ser la envidia de la España futbolera. Está claro que es imposible que en un año no se vuelva a cometer algún error. Pero hasta que esto llegue, perdón total. Que como bien dijo una periodista, la cuestión no es abrir o cerrar heridas, sino que no las haya. Es el momento de mirar hacia delante para regresar a ese paraíso que perdimos por los pecados de todos.