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Salud envía las primeras citas para vacunar a niñas contra el cáncer de útero

Las niñas menores de 14 años empezaron a recibir ayer las citaciones para la administración de la vacuna contra el papilomavirus (VPH), que puede causar cáncer de útero. La Junta pretende empezar a inyectar las primeras dosis del medicamento el próximo 15 de septiembre, que coincide con la vuelta a las aulas, según informó la Consejería de Salud en una nota.

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En la provincia gaditana se planea vacunar a 6.786 adolescentes, todas nacidas en 1994. Para ello, sus padres o tutores de las menores tendrán que solicitar una cita a través de los sistemas habituales de Salud Responde (902505060) o acudir al centro de salud, donde le concretarán día y hora. La Administración pretende que esta primera tanda de niñas haya terminado de vacunarse entre abril y junio de 2009, año en que empezará a administrarse a las nacidas en 1995.

El virus del papiloma humano es, en realidad, una extensa familia que incluye a más de cien tipos de agentes infecciosos, causantes de una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes. Al menos 13 de esos tipos son cancerígenos para los humanos. De ellos, dos (16 y 18) son los principales culpables del 70% de los cánceres de cuello de útero, a su vez, el segundo tipo de cáncer femenino más común en todo el mundo después del de mama.

Según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se declaran 500.000 nuevos casos y se le atribuyen unas 280.000 muertes por esta causa, la mayoría en países pobres. No es el caso de España, que tiene unas de las tasas de prevalencia más bajas de Europa, unos 7,6 episodios y dos muertes por cada 100.000 mujeres, con una media de defunción de 63 años. En 2006 fallecieron de cáncer de cuello uterino 104 mujeres en Andalucía, contabilizadas por el Instituto Nacional de Estadística.

La vacuna previene contra estos dos tipos del virus, pero no cura el cáncer una vez desarrollada la enfermedad. El programa de detección precoz del tumor uterino establece que las mujeres que presenten factores de riesgo deben realizarse una citología cada año, mientras que para las que no lo tienen la prueba ha de ser anual.