Ana María Salas ofrecío anoche su particular visión de la dulzura de María
La hermandad de la Buena Muerte continúa con sus actividades, y es que parece que no existe el verano para las corporaciones de la ciudad. Si hace poco fue el Pregón del Cristo de la Viga, y en breve tendrá lugar el Stabat Mater de la hermandad del Perdón, ayer tuvo lugar en la calle Nueva, sede de la hermandad de la Madrugá, la invocación al Dulce Nombre de María, una preciosidad de acto que dio comienzo a las once de la noche y en el que Ana María Salas, miembro del Consejo, habló desde su particular punto de vista sobre la dulzura de María.
Actualizado:Sin duda, la elección no pudo resultar más adecuada, ya que los valores de esta cofrade están más que reconocidos en la ciudad. Si hace poco se le concedió por parte de la hermandad de la Viga el galardón que la distinguía por toda una vida dedicada a las cofradías, su designación como conferenciante viene a resaltar el amor por María que esta veterana cofrade profesa. Miembro del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, y camarera de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de la ciudad, Ana María Salas concluyó su intervención, como es norma en la Buena Muerte, con la salve a la Señora cuando el reloj rondaba la medianoche.
La cofradía continúa hoy con sus actos con una Eucaristía Solemne en Honor de la Santísima Virgen del Dulce Nombre, que estará predicada por el mercedario padre Felipe Ortuno Marchante, y que contará con la intervención de la coral San Pedro Nolasco de la ciudad.
El próximo viernes, 12 de septiembre, concluirán los actos con el rezo del Santo Rosario.