Opinion

Príncipe del tenis

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a concesión del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2008 al tenista mallorquín Rafael Nadal ha encontrado una acogida tan unánimemente positiva en todos los ámbitos de la sociedad que el más importante galardón al que puede aspirar un deportista en España parece haber sido otorgado por aclamación popular. A pesar de competir con tres medallistas olímpicos fuera de serie como Phelps, Bolt y Isinbayeba, el jurado le ha otorgado un plus de mérito no solo a sus grandes logros del año, sino al reconocimiento de su calidad humana en la pista y fuera de ella, en la victoria y en la derrota. Porque el talento, la inagotable ambición y la tenacidad de este joven tenista están adornados por una actitud extraordinariamente accesible, respetuosa y cordial tanto hacia sus rivales como hacia el público, lo que le convierte en una valiosa referencia moral para la juventud.