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Joe Lieberman intenta conquistar algunos votos de Obama para McCain
El senador demócrata pide a los miembros de su partido que cierren filas a favor del candidato republicano, porque «su papeleta es la del cambio»
Actualizado: GuardarHace ocho años peleó con Al Gore por el último voto de Florida, como su segundo en la papeleta que perdieron frente a la de Bush-Cheney. El martes el demócrata Joe Lieberman volvió a hacer historia al seguir a su antiguo rival en el escenario de la Convención Republicana, esta vez en el mismo equipo. Su misión, convencer a los demócratas de que «la papeleta de McCain-Palin es la del cambio».
El senador de Connecticut que tuvo que defender su asiento como independiente al perder las primarias de su partido pidió «la indulgencia de la sala» republicana para hablar a sus antiguos correligionarios: «Sé que estáis enfadados y frustrados por buenas razones. Puede que estéis pensando en votar por John McCain, pero no estáis seguros. Algunos de vosotros nunca habéis votado republicano y en tiempos normales no lo haríais, pero no corren tiempos normales ni McCain es un candidato cualquiera. Puede que no estéis de acuerdo con él en todo pero siempre podréis contar con que os hablará claro y defenderá lo que cree al margen de la política».
Lieberman vapuleó al candidato de su propio partido, Barack Obama, ese «joven elocuente» que se vende como el unificador pero que «nunca ha cruzado filas para lograr nada importante ni le ha plantado cara a los grupos de intereses», apostilló. «La elocuencia no es sustituto de un currículum». En su perfil Obama salía perdiendo no sólo al compararlo con McCain sino también con Bill Clinton, no porque ese nombre despertase simpatías en la sala sino porque persigue a los votantes de Hillary Clinton.
Lieberman hablaba como aquel insider de la película sobre las tabacaleras que traicionó a su empresa para defender la salud pública. «Mis amigos demócratas saben muy bien que John tiene un historial de independencia y de logros, por eso están gastando tanto tiempo y dinero en convencer a los votantes de que John McCain es otra cosa. Yo estoy aquí, y como demócrata os digo: No os dejéis engañar». Y eso lo ratificaba con un guiño aplaudido a carcajadas: «Si John McCain es otro republicano partidista, yo soy el demócrata favorito de Michael Moore». En su partido ayer no podían por menos que expresar «tristeza» por la «violenta transformación» de quien fuese un pilar de esta formación. «Supongo que debió quedarse muy resabiado por la falta de apoyo que recibió en las últimas elecciones al Senado», sopesó ante la cadena de televisión CNN el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson.
«Aún así no entiendo cómo puede apoyar a un candidato tan diametralmente opuesto en tema de armas, aborto, etcétera». Joe Lieberman podrá conquistar algunos votos demócratas para John McCain, que probablemente sería compensado con un cargo en su gobierno, pero si tiene que volver al Senado no podrá esperar abrazos en el hemiciclo.