«Lo importante es echar el rato y si se puede 'mangar' algo, mejor»

-¿De dónde le viene su afición al pádel?

-Del tenis. Lo uno me llevó a la otro.

-¿Desde cuándo y en dónde comenzó a practicarlo?

-El tenis lo aprendí de pequeño en el club La Salina de San Fernando. Daba cursos con Denis Ibáñez, que en la actualidad es uno de los propietarios del Club de Pádel que hay al lado del restaurante Zona Franca.

-¿Y cómo llega al pádel?

-Comencé a verlo en La Salina y me llamaba la atención. Ya a jugarlo, hará tres o un par de años que he comenzado con mis amigos.

-¿Y qué tal se le da?

-Mal del todo no. Lo practico para divertirme. Lo importante es mantenerse en forma, echar el rato con los amigos y si se puede mangar algo en los torneos, mejor.

-Estamos hablando entonces de que algún que otro fin de semana de fiesta se lo ha costeado gracias al pádel. ¿Me equivoco?

-Esa es una de las intenciones cada vez que acudo a un torneo de los que se celebra por la provincia. En uno de esos bolos que organizó El Corte Inglés gané 50 euros y en el último que he disputado nos quedamos a un partido de 100 euros. Y la participación costaba 12.

-¿A cuáles ha ido este verano?

-A varios. El último fue el del Trofeo Carranza que se celebró en las pistas de El Cano. Tras ganar en la fase previa nos eliminaron en la fase final los argentinos Germán Tamames y Adrián Allemandi, que luego cayeron en el tie break de la final ante Hernán Flores y Jaque Benzal.

-¿Y qué nivel se encuentra?

-Muy bueno. Especialmente el del Trofeo Carranza donde acudieron muchas parejas argentinas. También en el de La Barrosa fueron muchos argentinos. En el Mosquito de La Barrosa llegué a semifinales.

-¿Dónde juega durante el invierno?

-En el verano he estado jugando al aire libre, sobre todo, en Roche. Y durante todo el año voy a jugar al Bull Pádel de la Zona Franca, que es en una nave industrial cubierta. Esté como esté el día, no tienes problemas para jugar.