El invento que llegó de Escocia
Actualizado:Cuenta la historia que el mago Merlín y el artista Leonardo Da Vinci ya utilizaban este aparato en sus respectivas épocas, uno con fines estratégicos en la guerra del rey Arturo contra los sajones, y el otro para dibujar los objetos que en ella se proyectaban.
Pero la 'caja mágica' siguió evolucionando y las mejoras introducidas por un físico italiano en el siglo XVI, quien antepuso una lupa al diminuto orificio de entrada de la cámara oscura, hizo que muchos otros científicos se interesaran por el invento. El resultado, el objetivo fotográfico que hoy conocemos.
Sin embargo, la cámara oscura original poco tiene que ver con los modernos artilugios del siglo XXI. En su origen, este invento del que se desconoce su autor, era tan solo una habitación oscura con una única fuente de luz, un pequeño agujero en una de sus paredes. A través de este orificio se proyectaba una imagen poco nítida e invertida en el muro opuesto.
La evolución natural del sistema ha derivado en una de las atracciones más singulares de algunas urbes. Es el caso de Cádiz. Desde la Torre Tavira, gaditanos y visitantes puede obtener una imagen en movimiento de 360º del casco antiguo desde la sala de exposiciones más alta de la construcción. La idea, traída desde Edimburgo, en Escocia, se ha extendido por otras ciudades españolas.
El Alcázar de Jerez de la Frontera y la Torre de los Perdigones en Sevilla (España) poseen una, así como Santander, en Peña Cabarga, inaugurada en mayo de 2007 y que ofrece unas maravillosas vistas de la bahía, pudiéndose llegar a ver en días despejados parte de las provincias limítrofes de Vizcaya y Burgos; o la cámara oscura de Tudela, ubicada en la Torre de Monreal, desde la cual se observa toda la ciudad así como las cordilleras de los Pirineos y el Sistema Ibérico. Grahamstown, en Sudáfrica y La Habana, en Cuba, también albergan este invento, precursor de la fotografía. Un sencillo artilugio que pervive al paso del tiempo.