Abu Dabi United dice «hello»
Los analistas aseguran que los nuevos dueños del Manchester City convierten al magnate ruso Roman Abramovich en un pordiosero
Actualizado: GuardarLa incertidumbre en las últimas horas del mercado veraniego de futbolistas era, desde la perspectiva de la Premier, si el ex seleccionador brasileño, Scolari lograría reunirse de nuevo con Robinho y transformar el fornido Chelsea heredado de Mourinho en un delicado engendro de habla portuguesa, y si Juande Ramos, que es el único entrenador que no habla a la prensa en el idioma local, iba a perder a su delantero Berbatov después de que Rafa Benítez -el más pobre entre los ricos- le birlara el otro bueno que tenía, Keane.
A media tarde del lunes, esas incertidumbres quedaron en nada. Desde primera hora de la mañana pasaban cosas raras en el estadio de la Ciudad de Manchester, sede del City. Quizás los seguidores del fútbol no hayan prestado atención a la creciente bronca en las calles de Bangkok, pero es importante en todo esto. El Gobierno ha declarado allí el estado de emergencia porque los enfrentamientos entre manifestantes y policías crecen diariamente.
Masas de jóvenes protestan contra el Gobierno, al que acusan de ser un monigote puesto por el anterior presidente, Thaksin Shinawatra, que fue depuesto en 2006 en un golpe bajo acusaciones de extraordinaria corrupción. Shinawatra, de quien dicen que se encuentra en la actualidad en Londres, compró el Manchester City después de ser derrocado.
El dinero es un problema
Las noticias de Bangkok aconsejan al parecer prudencia a los Shinawatra -hay cuatro directivos del mismo apellido en el consejo directivo del club- y, en la mañana del último día del mercado veraniego de futbolistas, comunicados sucesivos en Manchester y en Dubai fueron confirmando que el prófugo tailandés había llegado a un preacuerdo de venta de las acciones del club con una organización cuya figura más visible es Sulaiman Al Fahim, cuyos accionistas son miembros de la familia real del emirato de Abu Dabi y cuyo desafortunado nombre, para un dueño del Man City, es Abu Dabi United Group.
El portavoz, Al Fahim, dijo con desparpajo, al ser preguntado por su planes, que el dinero no es un problema para su consejo de administración. Los analistas de los muchos mercados internaciones remacharon sus palabras explicando a la perpleja prensa deportiva inglesa que los de Abu Dabi United hacen un pordiosero del propietario, ruso y manirroto, del Chelsea, Roman Abramovich, y, dicho y hecho, por la noche ya se confirmaba que el Manchester City había ofrecido por Robinho más dinero al Madrid que el que ofrecía el Chelsea y que el presunto astro brasileño ha acabado, por 40 millones de euros, al contado, donde no había imaginado acabar.
Y no sólo fue Robinho. Lo más bonito del día fue la confirmación del amor entre Berbatov y Ferguson. Porque Al Fahim y su cuadrilla ofrecieron al Tottenham de Ramos más dinero por el delantero del que ofrecían los Glaciers americanos desde Old Trafford. Pero Berbatov decidió irse al United.
Mientras tanto, Juande Ramos se llevó con el dinero ingresado por Berbatov a Pavlyuvchenko, una de las estrellas rusas del europeo. Pero ya todo eso parecen cosas menores, confetis para entretener a los pobres mientras Al Fahim y Abu Dabi United daban la patada en la puerta de la Premier.