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El delegado de la Junta de Castilla y León en Palencia, José María Hernández, trata de convencer al diestro de que mate a su segundo toro./ La Voz
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Juan José Padilla: "Cuando te faltan el respeto, de esta forma no se puede torear"

Padilla se negó a torear de muleta y escuchó el tercer aviso cuando el toro caía en la plaza de Palencia

José Reyes |
PalenciaActualizado:

Con medio aforo cubierto, se lidiaron ejemplares de Laurentino Carrascosa y un primero de San Miguel, desiguales de presentación y con poca raza. Juan José Padilla obtuvo silencio y bronca tras tres avisos, mientras que El Capea y Carlos Doyague consiguieron silencio y oreja con su lote.

Ante el que abrió plaza, un toro de San Miguel, las crónicas destacan que el matador jerezano dejó que le pegasen fuerte en varas, lo que provocó que el astado se parara y careciera de recorrido en el último tercio. Esto debió increpar los ánimos de los aficionados, pues el propio matador reconocería después que la actitud del público durante la lidia de este primero se caracterizó ya por su falta de respeto. Pero el verdadero escándalo vendría cuando saltó al ruedo el cuarto toro de Laurentino Carrascosa, al que el jerezano recibió con tres largas cambiadas, en evidente gesto de positiva actitud y predisposición. Por desgracia, el comportamiento del toro fue el de un manso de libro, lo que desencadenó un caótico tercio de varas en el que el morlaco no se dejaba picar.

Ante las pésimas condiciones de la res, Juan José Padilla decidió no tomar los palos y cedió al peonaje la ejecución del tercio de banderillas. Decisión que provocó una acalorada reacción en los tendidos que se tornó en monumental bronca cuando el torero, tras un leve amago de iniciar faena, soltó la muleta y se retiró a la barrera ³para ver si, esperando un tiempo prudencial, el público se apaciguaba². Pero ocurrió todo lo contrario. El propio Padilla explica, ³la gente se puso muy en contra, gritándome y faltándome el respeto de una forma que no creo que deba aguantar nadie que sale a una plaza vestido de luces². Recalca que nunca tuvo la intención de permanecer impasible a que sonaran los tres avisos, sino que sólo esperaba el momento oportuno para tomar la espada y acabar con el toro. Esto no sucedió hasta haber oído el segundo aviso y, tras pinchazo y estocada, sonaba el tercer aviso mientras el toro caía.

Para Padilla fue muy desagradable todo lo ocurrido, ³lo siento por la gente que ha venido a verme pero cuando me faltan el respeto de esta forma, no se puede torear². Finalizado el festejo, el Delegado Gubernativo se dirigió al espada con visible enfado y éste le comentó su versión de los hechos. Aunque Juan José Padilla manifiesta que prefiere pasar página sobre un tema no debe pasar a mayores, lo cierto es que la autoridad podría interpretar que el comportamiento del diestro en el coso palentino es susceptible a una propuesta de sanción.