La joven herida por un petardo testificará ante el juez a final de mes

Rocío Vázquez, la joven de Los Albarizones que perdió un ojo la pasada Nochevieja al recibir el impacto de un petardo, testificará ante el juez a finales del mes de septiembre, como confirmó ayer su abogado, Benito Rodríguez. Aunque el letrado no ha podido concretar con exactitud la fecha de la esperada comparecencia, ésta se producirá con toda seguridad en unas pocas semanas, con lo que se dará un empujón considerable a la fase de instrucción del procedimiento.

Una vez que la perjudicada proporcione a la autoridad judicial su versión de los hechos, le tocará el turno a los testigos y la acusación aportará la recopilación de las pruebas pertinentes. Por el momento, tan sólo han prestado declaración los dos imputados, M. C. y F. J. C, un padre y un hijo vecinos de Los Albarizones. Rocío, como ha explicado su madre, Francisca Márquez, afronta este paso con tranquilidad, puesto que se limitará a «decir lo que vio», aunque con la rapidez que ocurrieron los hechos tampoco tuvo tiempo suficiente para percatarse en profundidad de lo ocurrido.

La joven ha sido sometida ya a dos operaciones y aún continúa en tratamiento, dentro de un proceso largo de recuperación que desgraciadamente le dejará secuelas de por vida. «Ahora tiene un músculo contraído y de tantas cicatrices que le han dejado en la cara sólo puede abrir la boca dos centímetros, por eso le han dicho en el Hospital Macarena de Sevilla tendrá que empezar una rehabilitación a partir del día 23». En lo que respecta a la pérdida del ojo izquierdo, que debe ser sometido a curas diarias, el oftalmólogo que la trató en Cádiz aún está determinando la viabilidad de implantarle una prótesis.

Otro de los daños que sufrió la chica tienen que ver con un oído, para el que necesitará un aparato especial valorado en casi 3.000 euros. Unos gastos que su madre confía en que les sean subvencionados, ya que su hija no ha podido trabajar desde entonces y ha sido mucho lo invertido en la mejora de su salud para esta familia. Mientras que llega el juicio, y a pesar de todas las secuelas derivadas por el trágico suceso, Rocío intenta hacer una vida normal.

La jerezana ha decidido comenzar a estudiar y se quiere preparar para convertirse en auxiliar de clínica, como ha relatado Francisca. No obstante, la joven «tiene sus momentos» y hay ocasiones en que se deja vencer por el abatimiento, aunque su madre espera que pueda superarlo con el tiempo. Precisamente ayer, Francisca estuvo escribiendo una carta a raíz del accidente pirotécnico producido el pasado domingo en Asturias, que acabó con la vida de una chica de 20 años e hirió a varias personas más.

En la misiva, dirigida a todos los medios de comunicación, la remitente insiste en la necesidad de que se prohíba el uso de todo tipo de material explosivo a gente no cualificada. «Eso tiene que estar prohibido, no lo puede manipular cualquiera», sentencia la afectada. En lo que respecta a los imputados en el caso de su hija, aunque la familia está convencida de que hubo muchos más responsables, confían en que los culpables paguen lo sucedido.

«Nosotros queremos que pague el que sea y se acabó, llegaremos hasta donde haga falta. Yo ya le dije a la Policía en su momento lo que vi, y allí además del padre y el hijo había al menos nueve personas más. Que salga el que salga me da igual, sólo quiero que se haga justicia».