ALFOMBRA. El director turco Ozman Ozpetek, llega al Lido acompañado de los actores que protagonizan su nueva película. / EFE
Cultura

Mozart en manos de Saura

'Io, Don Giovanni' del cineasta aragonés es la única pincelada española en la Mostra de Venecia

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La ópera y el cine se reúnen en manos de Carlos Saura y el director de fotografía Vittorio Storaro, que presentaron ayer en Venecia un anticipo de su quinta película juntos, Io, Don Giovanni, sobre el proceso creativo de la ópera de Mozart desde el punto de vista de su libretista, Lorenzo da Ponte.

En Io, Don Giovanni, efectivamente, el «yo» de Lorenzo da Ponte se adultera con el hedonismo que insufla a su personaje y que, según la película -coproducida por España e Italia y todavía en fase de montaje- está directamente inspirado por la galantería y fogosidad de Casanova.

Esa mezcla entre lo trágico y lo cómico, entre lo hedonista y lo inmoral, es el tono buscado para el personaje de Don Juan y, en consecuencia, para la película. «No hay que olvidar que viene de una ópera buffa», explicó el cineasta, que se mostró cómodo en la ciudad donde consiguió el León de Oro en 1981 con Deprisa, deprisa.

En esta misma ciudad nace el proceso de inspiración de Don Giovanni, que pasa por Viena para su composición y, finalmente, llega a Praga para el estreno de la ópera en 1787, con el que se cierra la película. «Sin embargo, ha sido rodada toda en estudio», aclaró Saura.

Entre Ciudad de la Luz, en Alicante, y Dinocittà, el estudio de Dino de Laurentis en Roma, Io, Don Giovanni, con un presupuesto de 5 millones de euros, ha seguido el patrón de cintas anteriores del director que, siempre auspiciado por la dirección fotográfica de Storaro, crea con grandes paneles fotográficos los escenarios.

Así, como en otras colaboraciones del tándem, como Tango (1998) o Goya en Burdeos (1999), a juzgar por los cinco minutos mostrados ayer en Venecia -que muestran una escena de cama entre Don Giovanni y Donna Anna-, este nuevo proyecto vuelve a apabullar con su acentuada plasticidad, a la que hay sumar la potencia de la música de Mozart.

La autoría entre Saura y Storaro se reparte: «A veces propone él y a veces propongo yo. Y ahora hemos llegado a un punto en el que ni siquiera tenemos que decirnos nada», afirmó Saura. El cineasta añadió que el cine, y en especial esta película, «es la síntesis de la imagen, la música y la palabra».

El realizador de Cría cuervos (1976) es también un experimentado director de ópera -estrenó una versión de Carmen, de Bizet, en abril en Florencia- y cuenta con un reparto encabezado por Lorenzo Balducci, también presente ayer en la ciudad italiana, y en el que figuran la española María Valverde y Tobías Moretti.

El proceso de producción de la película se había iniciado ya en 2003, pero Io, Don Giovanni, «una de las mejores experiencias cinematográficas de mi vida», según Saura, pasó por una fase crítica en la que el propio director «pensaba que nunca llegaría a acabarla».

El productor Andrés Vicente Gómez, que le había ofrecido el proyecto a Saura en Los Ángeles y le había introducido en el mundo de Lorenzo da Ponte, decidió abandonarlo debido a su complejidad. Pero a esas alturas, Saura ya se había dejado fascinar por el personaje, que vivió ochenta años y murió en Nueva York. Captar la vida completa del libretista, «habría sido imposible» y, por ello, decidieron centrarse «sólo en su fase de creación de Don Giovanni», aseguró Saura.

Todavía está por ver cómo será la línea narrativa de la historia, puesto que se valora la posibilidad de hacerla cronológica o crear saltos en el espacio y el tiempo.