La belleza está en el interior
La nutricosmética se ha convertido en el aliado ideal para mejorar el estado de la piel o el pelo en forma de píldoras. Eso sí, no hace milagros. Actúan como complemento alimenticio, no como medicamentos
Actualizado: GuardarDicen que la belleza está en el interior. Cuesta creerlo, sobre todo en una sociedad como la de hoy en día, tan preocupada con el físico. Pero sí, es cierto. Hay pruebas. Al menos, cuidarse por dentro puede ayudar a verse mejor por fuera. Ya se sabe, mucha verdura, fruta y buena hidratación. Quien no quede satisfecho, no es que le vayan a devolver el dinero, pero tiene una opción más: la nutricosmética, o lo que es lo mismo, complementos alimenticios que incorporan en su composición ingredientes que influyen en la mejora del estado de la piel, las uñas o el pelo. Eso sí, como siempre, hay que ser cautelosos. Como es bien sabido, los milagros no existen. Los especialistas insisten en que no son medicamentos y que habría que tomarlos como un refuerzo y no como un tratamiento único.
«Inicialmente, el objetivo era suplementar el déficit de vitaminas, minerales o macronutrientes en personas con carencias nutricionales. Pero hoy por hoy, tenemos la posibilidad de ir más allá utilizando ingredientes que actúan beneficiosamente desde el interior, lo que se refleja en nuestra belleza exterior», puntualiza la jefa del área de Nutrición de Phergal Laboratorios, Tamara Casañas, respecto a este mercado que ha crecido en España casi un veinte por ciento en el último año. No obstante, se trata aún de un sector incipiente en nuestro país, donde apenas alcanza el diez por ciento en ventas dentro de la cosmética. La cifra contrasta con la de otros países europeos y Estados Unidos, donde se duplica, según datos de laboratorios Innéov.
«El consumidor es cada vez más exigente, está más formado e informado y ha comenzado a demandar nuevos recursos para potenciar la belleza», advierte Tamara Casañas. Eso sí, de momento, las mujeres siguen ganando por goleada. No en vano, la mayoría de los productos están orientados al cuidado femenino: anticelulíticos, drenantes, antiedad, firmeza. Aunque, todo hay que decirlo, puestos a elegir, ellos se quedan con la nutricosmética. Una encuesta de la empresa Brudy Technology revelaba recientemente que más del ochenta por ciento de los hombres a partir de los 45 años prefiere tomar una pastilla antes que utilizar una crema para cuidar su cuerpo.
De ahí que los laboratorios empiecen ya a poner sus ojos en el mercado masculino, como ha ocurrido con la cosmética convencional. De momento, el público mayoritario son mujeres de mediana edad que utilizan más los productos antienvejecimiento, reafirmantes, para la sequedad o para las arrugas, como apunta la vocal de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Ana Aliaga. «La población más joven usa más los anticelulíticos, así como productos para las piernas, las bolsas y ojeras», agrega.
Otro tipo de fórmulas de actualidad y cada vez más utilizados son las que permiten un bronceado más seguro y duradero. Según Ana Aliaga, «tomándolos con anterioridad a las exposiciones solares evitan en muchas ocasiones las posibles alergias solares, e ingeridas durante y después de las exposiciones prolongan el bronceado». También algunas de estas novedades tienen un efecto fotoprotector lo que permite un buen complemento a la fotoprotección tópica en personas con problemas frente a las radiaciones como, por ejemplo, las que han padecido algún cáncer de piel.
En lo que todos los especialistas coinciden es en la necesidad de tener en cuenta que los artículos de nutricosmética no son medicamentos. De hecho, tienen prohibidas las alegaciones que pudieran reivindicar curación o alivio de enfermedades.
Lo recomendable, por tanto, al ser productos que no requieren una autorización sanitaria, sería consultar con un farmacéutico o médico antes de su uso, sobre todo en el caso de encontrarse en una situación especial, como embarazo, o presentar alguna enfermedad, por ejemplo, diabetes o problemas de tiroides.
Pero, como su propio nombre indica, son complementos, o deberían serlo, de buenos hábitos de vida saludable, o lo que es lo mismo, alimentación sana y, en el caso de la piel, correcta limpieza y demás tratamientos tópicos, como cosméticos hidratantes, antienvejecimiento o fotoprotectores.
¿No son entonces del todo eficaces? No es eso, simplemente se trata de una ayuda adicional. Como explica Ana Aliaga, los nutricosméticos actúan en función de la composición, con el aval de estudios clínicos. Por ejemplo, un conocido producto para el cabello contiene taurina, aminoácido protector del bulbo capilar, con catequinas de té verde y pepitas de uva, que refuerzan la microcirculación y zinc indispensable en la síntesis de queratina, componente estructural del cabello.
Precisamente, el mercado de los productos anticaída capilar es el más destacado dentro del sector. Aunque, según Tamara Casañas, los segmentos más dinámicos son los anticelulíticos y los solares, con tasas de crecimiento de 106% y 27%, respectivamente. Y es que la preocupación por la piel de naranja y los volúmenes ha contribuido al éxito de gamas como la de Elifexir Vientre Plano o el In-out Innovage Lipo-Reductor Celulítico.
Al fin y al cabo, su composición se basa en vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, oligoelementos o fibra, que pretenden suplir los déficits de la dieta para mantener una piel tersa y brillante, unos cabellos y uñas sanos y largos, o eliminar unos kilos de más. Los antioxidantes atacan el envejecimiento cutáneo y las arrugas. A ellos apuntan las vitaminas A (para mantener la piel en buen estado), E (contra el envejecimiento cutáneo), C (para alisar arrugas) y selenio (protege de los radicales libres), así como riboflavina (vitamina B2) y ácidos grasos esenciales, que fortalecen las células y mantienen la piel firme e hidratada.