El huracán 'Gustav' se debilita y baja a categoría uno tras adentrarse en Luisiana
El centro de la tormenta se mueve a una velocidad de 24 kilómetros por hora y con vientos de 175 kilómetros por hora
NUEVA ORLEANS Actualizado: GuardarEl ojo del huracán ha tocado tierra cerca de la localidad de Cocodrie, a 110 kilómetros al oeste de Nueva Orleans, según ha confirmado el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH). Esta localidad costera, de apenas 300 habitantes y cuya principal actividad se centra en la pesca y el turismo, se encuentra muy cerca de una de las muchas refinerías de gas natural situadas en la costa desde Texas a Alabama. El centro de la tormenta se mueve a una velocidad de 24 kilómetros por hora y con vientos de 175 kilómetros por hora.
'Gustav' ha impactado la costa de Luisiana como un huracán de categoría 2 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, aunque poco a poco ha perdido intensidad y ha bajado a escala uno y Nueva Orleans se ve afectada por vientos huracanados de más de 120 kilómetros por hora. Aunque el ojo del huracán no ha golpeado directamente sobre esta ciudad, afectada hace tres años por el 'Katrina', el ciclón tiene un diámetro de 110 kilómetros, por lo que el efecto de los vientos cubren buena parte de la costa de Luisiana.
El CNH pronostica que 'Gustav' se irá rápidamente degradando conforme se adentra en tierra en dirección al oeste y se situará sobre el este de Texas en la madrugada del martes. La fuerza del viento puede originar olas de cerca de cinco metros de altura, y el CNH ha advertido también de la posibilidad de que se generen tornados en todo el área del Golfo de México.
Al igual que ocurrió hace tres años con el impacto de 'Katrina', la gran preocupación de las autoridades es si aguantarán los diques que protegen Nueva Orleans de la crecidas del río Misisipi y de las marejadas. Desde el paso del 'Katrina', que dejó 1.500 muertos en cinco estados y provocó daños contabilizados en 80.000 millones de dólares, estos diques han sido reforzados y el Cuerpo de Ingenieros de EEUU está vigilando permanentemente su comportamiento y confía en que no se producirán inundaciones pese a que buena parte de Nueva Orleans se encuentra por debajo del nivel del mar.
Un Estado desierto
La inminente llegada del huracán 'Gustav' había obligado a cerca de dos millones de personas a abandonar sus hogares en el sur de Luisiana. Su aproximación se estaba dejando notar con lluvias torrenciales y fuertes vientos que han barrido una amplia franja de la costa. El huracán también está marcando la vida política del país en plena carrera a la Casa Blanca.
Tras la experiencia del 'Katrina', el aspirante republicano a la candidatura presidencial, John McCain, ha decidido cancelar los actos políticos con motivo de la convención. Quiere evitar así el clima festivo de una parte del país frente a las dificultades que están atravesando otras regiones ante la llegada del huracán.
"Este es un momento en el que tenemos que dejar de lado la mayor parte de nuestra política partidista", señalaba McCain en rueda de prensa. "Vamos a suspender la mayoría de nuestras actividades excepto aquellas que sean absolutamente necesarias".
El huracán 'toca' a la Convención Republicana
En línea con el aspirante republicano, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su vicepresidente, Dick Cheney, no asistirán a la Convención Nacional Republicana que comienza hoy en Saint Paul (Minnesota), aunque sí se dirigirán a sus compañeros de partido vía satélite, según ha informado la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
Bush y Cheney pretenden supervisar directamente la respuesta de las autoridades a la llegada del huracán 'Gustav'. Por eso Bush ha partido rumbo a Texas para estar en la "zona de peligro". Esta vez más de 11,5 millones de residentes en cinco estados podrían sentir el impacto del fenómeno climático.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) mantiene su "alerta de huracán" para una zona que abarca Nueva Orleans y que se extiende desde High Island, Texas (al suroeste de Houston) hacia el oeste hasta la frontera entre Alabama y Misisipi.
Máxima prevención
La Policía estatal de Luisiana ha informado de que el 95% de los dos millones de personas en las zonas costeras del sur del estado han sido evacuadas. En la ciudad de Nueva Orleans sólo han quedado 10.000 de los 240.000 habitantes, mientras que unidades de la Guardia Nacional de Luisiana patrullan las calles desérticas para impedir los saqueos. La industria petrolera desde Texas a Nueva Orleans no quiere arriesgarse y mantiene cerradas casi todas las plataformas en mar abierto y varias refinerías.
Desde que el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, anunciara ayer la orden de evacuación obligatoria a los 239.000 habitantes de la ciudad, los vehículos han colapsado las carreteras, aunque no se ha producido ningún altercado. El edil lanzó un mensaje rotundo a los residentes: "Esta es la madre de todas las tormentas, una tormenta grande y terrible que mantiene su fuerza, por lo que les insto a partir".
Vientos de cerca de 200 kilómetros por hora
El huracán se ha aproximado con vientos que tienen una velocidad máxima sostenida de 185 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 220. Su poder devastador ya se ha demostrado en el Caribe, donde ha dejado al menos 96 muertos.
Luisiana es la tercera zona de EEUU con más impactos de huracanes desde que en 1851 se llevan los registros: un total de 52 ciclones han golpeado su costa. Florida ocupa la primera posición, con 113, seguida por Texas, con 60, de acuerdo con datos del CNH.