
Ejemplos para no descarrilar
La carga y descarga y los aparcamientos son las principales cuestiones a resolver La revalorización de las zonas hace que aparezca un mercado especulativo de locales
Actualizado: GuardarLa peatonalización es un proceso que está avalado por los buenos resultados que ha dado en algunas de las principales ciudades europeas. Como consecuencia de ello, en los últimos años se ha impuesto el proyecto a la hora de acometer la reordenación urbanística de las principales capitales de provincias andaluzas al presentarse como un modelo de sostenibilidad para los municipios y de desarrollo para el comercio de la zona.
Sin embargo, la puesta en marcha del mismo se encuentra con la reticencia de colectivos de comerciantes y de vecinos por las dificultades que plantea, sobre todo en el periodo de obras, ya que la actuación debe estar acompañada de una serie de prestaciones y servicios que garanticen su viabilidad, como es el caso de aparcamientos próximos al centro histórico, zonas y horarios de carga y descarga suficientes y que los residentes puedan acceder a sus viviendas sin dificultades.
En la mayoría de los casos la peatonalización significa una revaloración de las calles en las que se lleva a cabo y que conlleva una doble lectura. En primer lugar existe el peligro de que surja un mercado especulativo tanto en las edificaciones como en los locales comerciales. Una situación que se traduce en el alejamiento de los jóvenes y del pequeño empresario de la zona al no poder hacer frente a la subida de precio. En el otro extremo se encuentra la oportunidad de diversificar la oferta del centro histórico y de atraer a una mayor afluencia de personas.
Unas preocupaciones a las que se enfrentan los ciudadanos de San Fernando debido al comienzo de las obras para la semipeatonalización de la calle Real, pues se tratan de cuestiones que las administraciones deben tener en cuenta para que el proyecto cumpla sus objetivos y no descarrile. Por ello es bueno observar las ventajas e inconvenientes que la actuación ha planteado en otros lugares como Sevilla, Málaga o Granada.
SEVILLA
La alargada sombra de las catenarias
En la capital andaluza las críticas y exigencias de vecinos y comerciantes hizo que el recorrido inicial del tranvía se modificara para quedar en el kilómetro y 800 metros que separan el Prado de San Sebastián de la Plaza Nueva. Pero los buenos resultados que se han obtenido permite plantear la ampliación del servicio en dirección Santa Justa.
En este caso hay que añadir las posibilidades del metro que permitiría una mejora en la accesibilidad a las zonas del centro, una de las principales demandas de los vecinos y comerciantes tal y como apunta José Cañete, presidente de Aprocom, pues «si ponen facilidades para que las personas puedan llegar al centro entonces no hay problemas; lo que ocurre es que en Sevilla se ha empezado la casa por el tejado y por ejemplo no existen bolsas de aparcamientos cercanas a las calles peatonales. Por el momento la Avenida de la Constitución es la que ha sufrido una mayor transformación y, aunque en un principio había dudas sobre la conveniencia de la actuación, lo cierto es que el paso del tiempo ha despejado las mismas; claro que siempre hay cosas que se deben mejorar».
Las principales críticas se centran en las catenarias del tranvía, que rompen la imagen del patrimonio histórico existente en la zona. Aunque las vías están preparadas para conducir la energía que permite circular al tranvía, lo cierto es que todavía no se pueden suprimir los postes, por lo que los ciudadanos tendrán que aprender a convivir con los mismos, a pesar de que no son de su agrado.
Enrique Arias, presidente de la asociación de Comerciantes del Centro, sugiere la necesidad de que «las peatonalizaciones están acompañadas de medidas paliativas en vez de acciones restrictivas. Hay que apoyar la peatonalización de las calles del centro siempre y cuando se cuente previamente con las infraestructuras necesarias para hacerlo. Es decir, el peatonalizar no significa el cortar una calle y pavimentarla se trata de realizar un trabajo previo de acondicionamiento de aparcamientos, de zonas de carga y descarga y por supuesto de accesibilidad, porque de la otra forma se realiza una medida efectiva a corto plazo pero que de ninguna forma apoya al pequeño comerciante».
En cuanto a la revalorización que se produce de la zona, Enrique expone que es «cierto que el precio de la renta se incrementa, lo que significa que el negocio tradicional debe modernizarse. En este sentido, hay un efecto locomotor en el que la reforma atrae a grandes marcas que reactivan la llegada de personas de la que se beneficia el local que está al lado, se trata de buscar el valor añadido».
MÁLAGA
Los problemas de la carga y descarga
En Málaga el proceso de peatonalización se realizó de forma paulatina y con la incertidumbre de los comerciantes de que se pudiera competir con las posibilidades de aparcamientos y de accesibilidad de los centro comerciales cerrados. De hecho, por el momento el Ayuntamiento no ha logrado restituir las plazas de estacionamiento público que se eliminaron con la actuación.
El presidente de la Asociación de vecinos Centro Histórico, Rafael Prado, señala que la mala previsión en cuestiones como la carga y descarga produce que «haya enfrentamientos entre los transportistas por el tiempo que tardan en llevar la mercancía al establecimiento debido a la distancia existente entre la zona permitida y el lugar en el que dejar los productos, que en algunos casos implica que se rompa con la cadena de frío, por lo que algunos optan por concentrar la descarga en menos días y con más mercancías, por lo que existe el problema del almacenamiento, o por saltarse la normativa y realizarla de madrugada y en tal caso el peso de los camiones destrozan las calles rehabilitadas. En cuanto a la revalorización se ha llegado a pedir un alquiler de siete mil euros por un local de 100 metros».
GRANADA
Una reordenación de tráfico restringido
Como señala Miguel Moreno, de la federación de Comerciantes, en Granada «son peatonales calles específicas comerciales como Mesones y aunque hubo protestas ahora nadie quiere hablar de tráfico rodado. En muchos sitios lo que hay es tráfico con acceso restringido que permite el paso de residentes o para la descarga de mercancías, así como los transportes públicos, por lo que en realidad no hay problemas. Las obras sí hicieron mucho daño».