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Con peso específico
El famoso peso de la Farmacia Central, en la calle Larga, logra reunir en un año más de seis mil euros destinados a la asociación Andex
Actualizado: GuardarYa a finales del siglo XIX existen documentos gráficos de la antigua farmacia de Cafranga donde aparecía el famoso peso que preside el establecimiento. Se trata de un ejemplar de la prestigiosa casa Scale Copany, de la ciudad de Toledo en el estado de Ohio. Y su maquinaria norteamericana sigue funcionando a la perfección después de tantos años.
Por su plataforma han pasado generaciones enteras de jerezanos. En su más que centenaria vida ha tenido que soportar casi todo el peso de la ciudad. «En cierta forma, la farmacia es conocida por el peso. Tenemos testimonios de personas que visitaron la ciudad y recuerdan la farmacia del peso», comenta María Luisa Bohórquez, que junto con José Caraballo son los farmacéuticos titulares de este establecimiento tan conocido en Jerez.
Un día, a alguien se le ocurrió poner una pequeña hucha con el objetivo de recaudar fondos para una asociación. Siempre cogió los kilos de cada ciudadano sin pedir nada a cambio, pero era una interesante iniciativa. Los fondos van a parar a Andex, la Asociación de Padres de Niños Enfermos de Cáncer. «Es él solito el que hace que podamos aportar nuestro granito de arena a esta noble labor», comenta María Luisa.
A lo suyo
El personal de la farmacia prefiere otorgarle toda la importancia al verdadero protagonista. Él continúa dando algunos sustillos a aquellos jerezanos que se resisten a ponerse a dieta a cambio de una propina.
En el pasado año dio una grata sorpresa a los representantes de esta asociación al lograr sobrepasar los seis mil euros recaudados. Granito a granito se hace un granero, dice el refrán.
Los padres que sufren este grave problema en sus hijos siempre se lo tendrán agradecido. Él, como si nada, seguirá rodeando con su aguja el amplio círculo donde se colocan el número de kilos. Ya se sabe que cuanto menos baje la aguja, más complaciente se baja el cliente, y, quizá, más generosa la propina. En cualquier caso, podemos asegurar que, tras más de cien años trabajando, jamás ha engañado a nadie.