EL ARENAL. El establecimiento fue precintado en la madrugada del miércoles. / LA VOZ
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Clausuran durante tres meses un bar de Zahara por permitir el consumo de drogas en su interior

Los dueños pueden acudir a la vía del recurso, pero no impedirá que el chiringuito permanezca cerrado un mes

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El verano pasado fue el chiringuito Las Dunas, situado en Los Caños de Meca, al que le echaron el cerrojazo forzoso por permitir el consumo de drogas. Esta temporada estival, que enfila ya su tramo final, tampoco se ha librado de otra clausura similar por el mismo motivo. La Guardia Civil confirmaba ayer el precinto de un establecimiento de Zahara de los Atunes, que tras ocho meses de funcionamiento, fue cerrado el miércoles al acumular diversas infracciones. Los agentes cumplieron así una orden emanada de la Subdelegación del Gobierno.

El local, de nombre El Arenal, había recibido la visita de los agentes desde el pasado mes de julio. Y según detallaban ayer en una nota de prensa, en varias ocasiones sorprendieron a clientes consumiendo drogas ante la pasividad de la propietaria del negocio.

Final de campaña

Estos hosteleros se enfrentan a un cierre provisional de tres meses, explicaron ayer fuentes de la Subdelegación, aunque pueden recurrir esta medida administrativa. El recurso suele ser la alternativa para mantener abierto el local y no perder lo que queda de temporada veraniega, cuando los ingresos son mayores. Sin embargo, las mismas fuentes explicaron que el precinto no se va levantar durante un mes, aunque se recurra esta decisión; lo que supone el final de la campaña de verano para esta empresaria.

La Guardia Civil subrayó que el local se encuentra en una zona muy frecuentada por menores, quienes eran testigos del consumo tolerado. Además, en uno de los episodios relatados y que fueron objeto de sanción, varios clientes abandonaron el chiringuito cuando vieron que había personas consumiendo hachís y marihuana y la dueña no hacía nada por evitarlo.

Igualmente, el comunicado del Instituto Armado destacaba la actitud demostrada por la empresaria, «que toleraba este tipo de conductas, pese a que hubiera podido controlar la situación debido a la limitada asistencia de clientes».

En todas las actuaciones realizadas por la Guardia Civil se les intervinieron a los consumidores denunciados derivados cannábicos (hachís y marihuana). Y como las sanciones se acumulaban, la Subdelegación decidió ordenar el cierre cautelar.

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