«No hay nada que me apasione más que jugar al baloncesto»

Begoña apura sus últimos días de vacaciones en Cádiz, en casa de sus padres, en la ciudad en la que dio sus primeros pasos en esto del baloncesto. A sus 32 años y después de una dilatada trayectoria, la jugadora va a afrontar una nueva etapa en su vida. Su destino es Oremburgo. Allí militará en las filas del Nadezha ruso, el cuarto equipo más fuerte de una liga con un gran potencial. Un problema con su pasaporte le ha dado una semana más de plazo antes de emprender su viaje hacia lo que aún le es desconocido. Con incertidumbre y gesto sonriente Begoña prepara las maletas y ya imagina cómo será la temporada que ahora comienza.

-El Nadezha ya le espera. ¿Qué puede decir de su nuevo equipo?

-Es un conjunto para estar entre los cuatro primeros de la mejor liga del mundo y para llegar a disputar el título y también la Euroliga.

-Su aspiración personal para esta campaña sería...

-Quiero ayudar a hacer un buen grupo, que es difícil, porque los equipos rusos tienen una mentalidad muy fría. También quiero demostrarme a mí misma que puedo jugar en una liga potente como es la rusa, quiero superar ese reto.

-Llegará a Rusia con la madurez que le han dado todos los años que lleva jugando. ¿Qué recuerdos guarda de sus inicios?

-La verdad es que cada uno de los momentos son importantes. Recuerdo especialmente un intersector que pasamos cuando éramos infantiles. De aquí guardo muchas cosas y tengo muchas amigas, todas las que jugaban en el equipo entonces. Ahora ninguna de ellas juega pero siempre se interesan por mí, por saber en qué equipo juego y demás.

-¿Con qué ciudad se queda de todas en las que ha estado?

-Venecia es una ciudad impresionante. En Hondarribia, como es pequeño, la gente te quiere mucho, pero Lugo ha sido mi vida en baloncesto y cada verano intento ir por allí unos días.

-Y de su paso por la WNBA, ¿qué destacaría?

-La mayor diferencia es el aspecto físico. Hoy por hoy no podemos competir con las americanas. Si no eres fuerte y grande allí es difícil jugar.

-¿Qué le parece la situación del baloncesto femenino en Cádiz?

-Hace poco estaba mal pero ahora parece que se quiere relanzar y eso es importante.

-¿Y en España?

-La liga ha subido bastante el nivel y la selección española también gracias al empuje de los chicos. A pesar de todo queda mucho para llegar a igualar al baloncesto masculino.

-Garbajosa también va a jugar en Rusia esta temporada.

-Hablé con él cuando fiché ya que tengo buena relación y le conozco de los Juegos de Atenas. Me recomendó que no perdiera esa oportunidad.

-¿Piensa en la retirada después este año?

-Siempre digo que sí pero al final sigo porque físicamente me encuentro muy bien. Quiero dejar de jugar pero no hay nada que me apasione más que jugar al baloncesto.

-¿Le gustaría regresar a Cádiz una vez que acabe su carrera deportiva?

-No sé si volveré. Ahora tengo muchos proyectos en mente pero no hay nada en concreto.

-¿Qué es lo mejor que le ha dado el baloncesto?

-Lo mejor ha sido que me ha enseñado a respetar. Me ha dado mucha disciplina. Yo comparo mucho la vida con el deporte. Perder un partido importante en el último segundo es como que te pase algo en tu casa.

-¿A qué ha tenido que renunciar?

-Sobre todo a mi familia. No he podido disfrutar de la gente que quiero. No he visto cómo crecía mi hermana.

-Un consejo para aquellas chicas que quieran jugar al baloncesto.

-Tienen que divertirse y jugar más con el corazón que con la cabeza. La suerte o el destino vienen sin darte cuenta.

amendoza@lavozdigital.es