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«Nadie es imprescindible»
El meteorólogo ofrece mañana en TVE su último parte antes de prejubilarse. «Me hubiera gustado continuar», dice
Actualizado: GuardarEl pasado 7 de julio TVE organizó una comparecencia informativa con José Antonio Maldonado (Sevilla, 1944), meteorólogo al frente de la información del tiempo de la cadena pública, y la que será su sustituta a partir de este viernes, Mónica López. Fue la comunicación del relevo que se producirá mañana jueves, la última jornada en pantalla de este veterano profesional. Maldonado dice que aquel anuncio provocó una cierta confusión entre el público, ya que desde entonces le abordan por la calle planteándole la misma interrogante: «Le sigo viendo en pantalla, ¿no se había ido ya?». A sus 64 años, este sevillano se va a su pesar, con nostalgia, y no tiene empacho en confesar que le gustaría quedarse. Y es que las prejubilaciones siguen su curso, aunque algunos vocacionales quisieran seguir adelante por amor a su oficio.
-¿Prepara alguna despedida en pantalla?
-Sólo diré que me voy. Después de 23 años, creo que me debo despedir del público, por lo menos de esa tribuna, porque no me quiero cerrar las puertas a otras. Dios dirá lo que pasará mañana.
-¿Le hubiera gustado continuar?
-Rotundamente, sí. Pero entiendo perfectamente el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), y yo llevo un par de años de propina. Si se van compañeros con 52 años es lógico pensar que me toca a mí. Las prejubilaciones son voluntarias entre comillas. A mí nadie me dijo que me quedara, y si no te lo dicen es que te están invitando a marcharte. Lo cierto es que el ERE está hecho con el objetivo de reducir personal, y si todo el mundo decide que quiere quedarse habría que pensar en otra fórmula. Es evidente que había que reducir personal, porque la estructura de TVE estaba pensada para cuando era una cadena sola y el déficit lo conocen todos los españoles. Yo lo entiendo y la fórmula de llevar a cabo esa reducción también es comprensible. Hay quien dice que habría que haber hecho una selección, pero ¿quién le pone el cascabel al gato para no cometer injusticias? Eso hubiera levantado ampollas.
-Pedro Erquicia decía que estas prejubilaciones se parecen a la pesca de arrastre, que se lleva peces pero acaba con el fondo marino.
-Eso es evidente. De la misma manera que digo una cosa reconozco la otra. Las prejubilaciones pueden afectar a la calidad, pero eso es subsanable porque nadie es imprescindible en esta vida.
-¿Se va con nostalgia?
-Con mucha nostalgia, es mi sentimiento, y yo no engaño.
-¿Qué hará a partir de ahora?
-Seguir trabajando. Me encuentro en perfectas condiciones físicas y mentales para la función que he venido desempeñando en TVE. Los funcionarios se pueden quedar hasta los 70 años, y si mañana no me da un telele, puedo seguir rindiendo unos años más. Tengo proyectos, pero todavía nada plasmado.
Sus sustitutos
-¿Qué le parecen los nuevos, los que están cogiendo el testigo?
-Yo respondo del equipo que he tenido hasta ahora y que he formado. A la que me va a sustituir no la conozco, no he visto ni siquiera una grabación. Sé que tiene experiencia de unos cuantos años en TV3 y cabe suponer que lo hará bien.
-Se incorporó a TVE en 1986. Venía del Instituto de Meteorología ¿Cómo ha visto cambiar España y la propia televisión?
-¿Uy, España! La hemos visto todos cambiar tanto... Me parece que la cuestión de las autonomías se ha desbordado, se ha desmadrado, y quizás ése sea el cambio más significativo, porque supone una ansiedad que está teniendo muchas repercusiones. También la televisión ha cambiado radicalmente. En los 80, el día que menos nos veían teníamos una audiencia de doce millones de personas. Lógicamente, la audiencia se ha repartido y lo hará mucho más con los canales temáticos y la TDT.
-El tiempo también ha cambiado. ¿Cree que el cambio climático es un mal augurio de futuro?
-Cambio climático ha existido siempre porque es un fenómeno dinámico desde que existe el sistema solar, hace 4.600 millones de años. Aquí, el problema está en la incidencia que el hombre tiene en el cambio natural del clima, porque estamos aportando una serie de gases a la atmósfera que la están calentando de una manera artificial y que es necesario reducir. Pero, a la hora de cuantificar este hecho, nos perde mos, porque ahí entra en juego la especulación y se llegan a decir cosas que no están demostradas. A veces me llama la atención el tremendismo a la hora de valorar los niveles de subida del agua del mar, porque no se dicen más que disparates.