AMIGOS. Un niño de Osetia del Sur comparte su pan con un soldado ruso. / AFP
MUNDO

Occidente censura la postura de Moscú y defiende la integridad territorial de Georgia

La OTAN cree que la decisión del Kremlin viola las resoluciones de la ONU

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Occidente, con la OTAN y la UE a la cabeza, reaccionó de forma inmediata al desafío ruso y rechazó frontalmente el reconocimiento por parte de Moscú de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia. Francia, Alemania, Italia y Londres fueron los primeros países en pronunciarse contra la declaración del presidente ruso, Dmitri Medvédev, que calificaron de «inaceptable» y «lamentable».

El secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer la rechazó, estimando que se trata de «una violación directa de numerosas resoluciones de la ONU sobre la integridad territorial de Georgia, resoluciones que han sido aprobadas por la propia Rusia». Scheffer se ha remontado en el tiempo para decir que «las acciones rusas en las últimas semanas ponen en duda el compromiso de Moscú para asegurar la paz y la seguridad en el Cáucaso». Finalmente, defendió «firmemente la soberanía y la integridad territorial de Georgia», llamando a Rusia a «respetar estos principios». Desde la otra parte del Atlántico, Estados Unidos calificó a través de su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, de «deplorable» la decisión del Kremlin que «coloca a Rusia en contradicción con una resolución del Consejo de Seguridad, del que es parte».

La condena de la Unión Europea, que celebrará el lunes una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno sobre la crisis del Cáucaso, fue firme. La Presidencia francesa de turno de la UE aseguró que el aval de Moscú a la soberanía de las regiones separatistas «es contrario a los principios de independencia, soberanía e integridad territorial de Georgia» y reiteró el objetivo de lograr «una solución política» a esos conflictos.

Por países, Francia, a través de su ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, calificó el hecho de «lamentable». La canciller alemana, Angela Merkel, tildó de «totalmente inadmisible» y «contraria a las normas del derecho internacional» el reconocimiento de las independencias de Abjasia y Osetia del Sur. Con los adjetivos de «inaceptable e injustificable» se refirió el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, a la postura de Rusia, pues «nosotros apoyamos la independencia y la integridad territorial de Georgia, que no puede cambiarse con un decreto de Moscú».

La OSCE y Kosovo

Su colega italiano, Franco Frattini, indicó que la decisión de reconocer, «sin el respaldo de la legalidad internacional», esas independencias «complica un contexto ya bastante difícil» y alertó del elevado riesgo de un proceso de «balcanización» en el Cáucaso. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, reiteró la necesidad de respetar «plenamente los principios del derecho internacional, en particular el de la integridad territorial de los Estados, en este caso, de Georgia».

También la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) aseguró que Moscú «ha violado los principios fundamentales de este organismo» porque, como el resto de los miembros, «Rusia está obligada a respetar la soberanía y la integridad territorial de los demás países». No faltaron las críticas de naciones de la antigua órbita comunista, como Bulgaria y Rumanía, que defendieron la integridad territorial de Georgia. Mientras, Kosovo, que declaró unilateralmente su independencia de Serbia en febrero con la oposición tanto de Serbia como de Moscú, aseguró que su caso no debe usarse como un precedente que justifique la soberanía de los enclaves caucásicos.