Manuel fundó con sus hermanos Cristóbal y José el peligroso clan
Con sólo 16 años protagonizó sus primeros atracos a camioneros y viajeros en las carreteras de la zona norte del país
Actualizado: GuardarLa banda de la carretera originaria estaba compuesta por Manuel, Cristóbal y José Flores. Éste último era hermano de los otros dos detenidos el pasado sábado: Francisco y Fernando Flores Nieto que a finales de los ochenta eran niños -en la actualidad tienen 31 y 28 años respectivamente-. Pero la escasa edad no fue inconveniente para Manuel, quien con sólo 16 años, integró un clan que sembró el terror en las carreteras del norte del país.
Cuando era sólo un adolescente comenzó a cometer sus primeros atracos a camioneros y viajeros extranjeros que encontraban en el camino. El fiscal que ejerció la acusación pública en un juicio celebrado en Burgos, en septiembre de 1995, describía en su escrito de calificación que los tres hermanos Flores comenzaron sus fechorías en 1989. De ese año data el primero de los casos que le imputaron en los procesos judiciales.
De este terrorífico trío sólo ha sobrevivido Manuel, sus otros dos hermanos fallecieron de la misma manera: abatidos a tiros en enfrentamientos contra las Fuerzas de Seguridad. Cristóbal fue el último en caer el pasado sábado.
También corrió mejor suerte que Cristóbal en cuanto a las penas que les cayeron a ambos. Tras ser detenidos en 1991, confesó una treintena de crímenes y le enseñó a la Guardia Civil donde guardaban las armas. En julio de 1993 fue condenado por la Audiencia de Valladolid a 30 años por asesinar a un camionero francés, Jourdan Thierry Norbert, de 39 años. A la víctima la abordaron Manuel y su hermano José, cuando dormía en su vehículo aparcado cerca de una gasolinera. Según el relato del fallo, le pegaron tres disparos de escopeta al tratar de defenderse y cuando estaba herido de muerte, le remataron a bocajarro.
Pese a que ante la Guardia Civil reconoció todos estos hechos, durante el juicio alegó que había sido torturado y que a base de golpes le sacaron la confesión. Un año después el Supremo le absolvía porque según el Alto Tribunal habían violado derechos fundamentales del reo, por no haber estado asistido en un primer momento por un abogado.
Esta anulación, junto a que algunos de los delitos que cometió los hizo cuando era menor de edad, le devolvieron la libertad antes que a Cristóbal; un hermano que en un primer momento se creyó que podía ser su padre. Y es que este trío de delincuentes solía utilizar identidades falsas.