El infierno es en autobús
El Cádiz busca en Cuenca ganar adeptos a costa de una Copa del Rey por la que se apuesta Una victoria esta noche ante el Conquense supondría jugar cuatro partidos en dos semanas
Actualizado: GuardarA lo grande. Así se estrena el Cá-diz, al menos, en la carretera. Nueve horas para ir y otras tantas para volver. Son las que hay hasta llegar a Cuenca. Primer destino del renovado Cádiz. Lástima que este marrón de un añito en el infierno sufriéndolo en autobús se lo tengan que comer jugadores que nada tienen que ver con la pésima temporada realizada el año pasado. Pero algunos quedan. Es lo que tiene ser, en la actualidad y hasta que Disciplina Deportiva no diga lo contrario, un club de Segunda B. Y como tal, hoy comienza la competición oficial por muy ingrato que resulte.
Municipal de la Fuensanta. Cuenca. 21:45 horas de la noche. Ése es el lugar y ésa es la hora exacta para que el Cádiz 2008/09 eche a rodar de la mano de un Javi Gracia que acude a tierras castellanomanchegas con todas las de la ley. El navarro no va con medias tintas a Cuenca y para su primer desplazamiento oficial ya ha dejado bien claro que irá a por el partido y con el firme convencimiento de pasar de ronda.
Para ello, no ha escatimado es-fuerzos y ha tirado incluso de un jugador más de lo que le permite la reglamentación. Gracia ha llamado a 17 de sus futbolistas y horas antes del encuentro tendrá que descartar a un jugador puesto que sólo pueden sentarse en el banquillo cinco. Para ese elegido se quedarán las 18 horitas (entre ida y vuelta) de carretera y sus 90 minutos en la grada del Municipal conquense. Gajes del oficio que se llama.
El primero de los rivales, el Conquense, se ajusta a lo que puede encontrarse de ahora en adelante y en el caso de que este viernes el Comité de Disciplina Deportiva falle en contra del Cádiz. Es decir, un rival complicado, modesto, de fútbol directo y con un campo donde prima más el músculo que la calidad. Vamos, un equipo de Segunda B con todos sus avíos.
No hay excusas
Pero la afición está ya harta de excusas. Ya no valen, nunca debieron valer. Y aunque resulte injusto con la mayoría de los actuales portadores de la camisola amarilla, la presión por ganar partidos este año será tremenda a pesar de la respuesta incondicional en la campaña de abonados. Tan pronto los aplausos de esos más de ¿10.000 aficionados! que ya han pasado por caja se pueden convertir en pitos en los momentos en que el equipo no dé con la tecla.
Afortunadamente, la plantilla cadista lo asume. Son el Cádiz, y como tal, comprenden que este año deben imponer ese nombre pese a ser el equipo a batir. Aceptar la categoría cuanto antes se antoja crucial para que el comienzo liguero no sea una rémora al final de Liga. Ganar, ganar y ganar. Ésa es la consigna en un año donde hay premio para el campeón de grupo.
Y hoy en Cuenca se puede po-ner la primera piedra para acostumbrarse a ganar. El rival es propicio. No sólo porque se trate de un modesto de la Segunda B como el Conquense sino que para colmo llega al envite con el equipo mermado por las lesiones. No es Liga pero desde el primer momento el Cádiz debe mostrar sus credenciales valiéndose de un partido copero como el de esta noche.
Para ello, Javi Gracia tiene claro cual es el sistema aunque todavía no sabe quienes serán los once hombres que lo defenderán sobre el verde la Fuensanta.
Once de Gracia
En la portería, puede que Gracia piense en Dani para consagrarlo como el portero copero. En los laterales no tiene más que a Cristian y Raúl López mientras que para el eje de la zaga le dará el mando a De la Cuesta con la colaboración de Dani Fragoso. En el doble pivote, Fleurquin compartirá las tareas de destrucción con Ormazábal aunque el argentino estará más pendiente de hacer funcionar el ataque. En las bandas, Javi tendrá que debatirse a última hora entre Juanma o Fran Cortés para la izquierda y entre Enrique o López para la derecha. Caballero -que no jugará el partido al completo- saldrá de inicio para intentar sorprender a la defensa del Cuenca con la aydua de Borja Rubiato.
Y en su primera toma de contacto con la Segunda B, el Cádiz se encontrará a un equipo debilitado por las bajas. Aún así, el Conquense saldrá decidido a alegrar a su parroquia -1.500 espectadores acudirán a una Fuensanta con capacidad para el doble- con un once en el que es duda el delantero africano Martins, que ayer fue expulsado del entrenamiento por una mala contestación a su entrenador. El Conquense pondrá en liza un 4-4-2 con un rombo en el centro del campo y en el que el toledano Naftalí pondrá el equilibrio y el gaditano Óscar Silva la rapidez y el desparpajo pegado a la banda izquierda.
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